Saltar al contenido principal | Saltar A búsqueda | Alto Contraste

Creía que comía saludable hasta que mi nutrióloga me enseñó lo contrario

Creía que comía saludable hasta que mi nutrióloga me enseñó lo contrario / Foto: iStock / BONDART

De amiga a amiga, los tips más selectos directo en tu correo.

Al hacer click en Suscríbete elegirás el contenido que quieras recibir en tu correo y quedarás suscrito a nuestro boletín el cual podrás cancelar en cualquier momento; no olvides revisar tu carpeta de Spam.

Te voy a confesar algo. Toda mi vida he sido de complexión media y desde que era adolescente evité tomar refrescos en exceso o sobrepasarme con la comida. No es que me cuidara demasiado, pero digamos que me cuidaba lo 'normal'.

Todo iba bien hasta que llegaron los treinta y tantos, mi metabolismo empezó a cambiar, llegó la pandemia y ¡pum! mi cuerpo ya era otro. 

Como cada una de nosotras, conocía mi cuerpo y noté cambios que jamás había visto.

El más notorio fue en la pancita, luego las piernas y las pompas, los brazos, etc. La gente más cercana a mí me decía: 'Claro que no, yo te noto igual que siempre', pero yo sabía que algo se veía distinto.

Y es que, al ser de estatura bajita el aumento de peso era más evidente, así que por primera vez y por recomendación de mi ginecóloga para mejorar mi salud, decidí acudir con una nutrióloga.

Nutrióloga / Foto: iStock / vittaya25

Todo esto te cuento de acuerdo a mi experiencia y cada cuerpo es diferente, así que si crees que necesitas mejorar tus hábitos acude con un experto como yo.

Desde la primera cita, mi cerebro hizo interferencia al saber que realmente no me alimentaba tan sano como yo creía.

Resulta que desayunar un licuado con yogurt griego, moras, manzana y miel o comer pescado sin verduras o cenar avena no era tan correcto. Bueno, en realidad mi nutrióloga me dijo, ok, sí comes de cierta manera 'bien', pero las cantidades también importan.

Por otro lado, sabía que cuando estás a dieta los expertos recomiendan comer 5 veces al día y evitar el mito de que dejar de comer adelgaza, pero no sabía la razón y ella me lo aclaró.

Se procuran realizar 3 comidas fuertes al día más dos colaciones, ya que sirven para mantener al estómago lleno con comida saludable y balanceada y también se evitan las ganas de comer cualquier antojo como galletas, papas fritas o más. Básicamente el estómago se mantiene contento y fuerte porque si desayunamos a las 8, por ejemplo, y después comemos hasta las 2 de la tarde, llegaremos a esa hora súper hambrientos y con ganas de devorar todo.

Esta cosa tan básica yo no la sabía y gracias a mi doctora he mejorado mis hábitos y estoy aprendiendo a comer mejor. A su vez, yo todo lo preparaba con aceite de oliva y me recomendó en su lugar usar aceite en spray, pues así se usa la cantidad suficiente para que la comida no se pegue.

En cuanto a beber agua, le conté que me preocupaba el hecho de que me faltaba tomar suficiente agua y resultó que no estaba taaan mal como creía, ya que aunque sí es ideal tomar al menos 2 litros de agua al día como siempre se dice, si tu cuerpo 'alcanza' a tomar 1 litro o litro y medio no pasa nada.

También, el tema de las cantidades y horarios fue nuevo para mí, pues resulta que podía comerme un aguacate entero a la hora que fuera y creía que era saludable y sí, el aguacate tiene grasas sanas, pero a largo plazo darle al cuerpo comida sin consciencia resulta en subidas de peso. 

En fin, yo estaba encantada con todo eso que había aprendido y comencé a llevar una mejor alimentación que hasta ahora sigo y desde el día uno noté cambios en mi cuerpo y metabolismo, pues uno de mis mayores errores era que no consumía la cantidad correcta de verduras al día.

¡Qué importante es comer frutas y verduras! Justo como nos han dicho toda la vida. Claro, todo con medida y según tus metas y cuerpo porque hay frutas que no son tan buenas como creémos ya que tienen bastante azúcar, pero hay que conocer las cantidades.

En el caso de las verduras, debido a que tiendo a inflamarme con ciertos alimentos, resulta que mi dieta no incluye brócoli, por ejemplo, que es una verdura que suele inflamar. 

Lo que me encanta de estos hábitos es que desde hace semanas no tengo muchos antojitos engañosos porque cuando mi estómago ya pide comida, resulta que es hora de tomar la colación, que por cierto, me encantan porque puedo comer gelatina light, lo cual le da un toque dulce a mi antojo.

Y por supuesto que en general, mi nutrióloga me está enseñando a comer rico, sano, sin grasa y sin azúcares, que son los elementos principales que hacen que uno suba de peso.

Adicional a todo esto, me recomendó hacer por lo menos 5 veces a la semana ejercicio para mantenerme en movimiento y aunque confieso que a veces me cuesta mucho trabajo, cuando lo hago me siento muy bien conmigo.

Te quería contar todo esto para que te des cuenta que alimentarse sanamente es básico en estos días, sobretodo para mantener una salud física y mental y no es tan horrible como suele escucharse, pues puedes comer delicioso y al mismo tiempo sano, así que anímate y visita a un nutriólogo o nutrióloga para que empieces a mejorar tus hábitos.

¡Ánimo!

 

No te pierdas:

Licuados fáciles y rápidos para ganar masa muscular

¿Cómo saber si una sandía está dulce, fresca y lista para comer?

¿La berenjena es fruta o verdura?

Votar por este artículo 0 loves
   
 
Eliminando...