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Consecuencias de que tu hijo se chupe el dedo

Niña chupándose el dedo

Niña chupándose el dedo / Imagen: iStock

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Ya te he contado aquí cuáles son las causas por las que tu pequeño se chupa el dedo y cómo apoyarlo para que deje de hacerlo, sin embargo, hoy te quiero hablar de lo que este hábito, aparentemente inocente, puede traerle como consecuencia.

 

Bebé muy

Bebé dormido se chupa el dedo / Imagen: iStock

No te asustes, pero…

 

La odontóloga Cristina Martínez-Almoyna Rifà, que tiene un posgrado en odontopediatría afirma que si el niño continúa con este hábito después de los 24 meses de edad, la primera consecuencia es la mordida abierta anterior, que es cuando los dientes superiores e inferiores no llegan a contactar.

 

La segunda es la mordida cruzada posterior, que se produce porque los dientes del maxilar superior obstruyen la parte interior de los dientes de la mandíbula, o maxilar inferior.

 

También se puede presentar la protrusión dental de incisivos superiores, en la que los incisivos superiores encajan de una forma muy avanzada con respecto a los dientes inferiores.

 

Bebé se chupa el dedo

Bebé se chupa el dedo / Imagen: iStock

Y esto no es todo…

 

Realmente hay que tomar muy en serio el hecho de que tu bebé no quiera dejar de chuparse el dedo, ya que si esta conducta se prolonga más allá de los dos primeros años de vida las consecuencias pueden llegar a ser más serias, por ejemplo:

Problemas de salud oral. Al no tener los dientes en la posición correcta, se le dificultará el proceso de higiene dental y con ello aumentarán las posibilidades de padecer diferentes problemas como acumulación de sarro, caries, gingivitis, entre otras.

 

Dificultades del habla. Chuparse el dedo puede llegar a afectar incluso al lenguaje. Mantener los dedos dentro de la boca impedirá al niño vocalizar correctamente y podría producir dislalias.

 

Deformaciones en el paladar. Este hábito provoca también la elevación excesiva de la bóveda del paladar. A esta malformación se le conoce como paladar ojival, un paladar muy alto y/o hundido con una arcada muy estrecha que dificulta la posición correcta de la lengua.

 

Otras consecuencias de chuparse el dedo incluyen la aparición de infecciones orofaríngeas, como amigdalitis o estomatitis; infecciones gastrointestinales, por ejemplo, gastritis y gastroenteritis, alteraciones en los dedos y trastornos emocionales, al ser víctima de bullying.


Como puedes ver, chuparse el dedo puede traer serias consecuencias para tu hijo, así que no pierdas tiempo y apóyalo para que deje de hacerlo lo más pronto posible.

 

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