Padres manipuladores: ¿cómo saber si soy uno?

Por: Irma Evangelina Gallo López de Lara

Me lo dijo Lola, en la crianza de los hijos, es fundamental fomentar un ambiente saludable y positivo. Sin embargo, existen padres que adoptan comportamientos manipuladores, lo cual puede tener un impacto negativo en el desarrollo emocional de sus hijos. 

identificar estas características es esencial para averiguar si tú eres un tipo de madre o padre así, y llevar a cabo acciones adecuadas para evitar daños a largo plazo en tus hijos.

 


Papá regañando a niña pequeña / Imagen: iStock

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¡Cuidado! Estas son las señales de un padre manipulador

 

chantaje emocional como herramienta de control. Estos padres manipuladores suelen aprovecharse de los sentimientos de culpa de sus hijos para obtener lo que desean.

 

Si te has dado cuenta de que a veces te comportas así, estás a tiempo de recapacitar y no repetir estas conductas porque puedes estar provocando un desequilibrio emocional en tus hijos.

 

Por otra parte, los padres manipuladores buscan constantemente tener el control absoluto sobre la vida de sus hijos. Su necesidad de dominio puede llevarlos a imponer sus decisiones y desestimar las opiniones de sus hijos, con lo que limitan su autonomía y capacidad de desarrollo personal.

 

mantener un equilibrio sano entre querer cuidarlos y tratar de no imponer todo lo que tu crees que es lo mejor para ellos, así que sólo te puedo decir que abras tu corazón, escucha sus opiniones y traten de encontrar juntos la mejor opción para aquello que están buscando.

 

excesivamente críticos. Nunca están satisfechos con los logros de sus hijos y siempre encuentran defectos en todo lo que hacen. 

 

seria autocrítica, porque esta actitud solo conseguirá minar la confianza de tus hijos, generarles inseguridades y una sensación constante de que no son lo suficientemente buenos.

 

Adolescente discutiendo con papás / Imagen: iStock

Los padres manipuladores también se hacen las víctimas

 

ponerse en el papel de víctimas. Esta estrategia es muy común para evadir responsabilidades y hacer sentir a sus hijos que ellos tienen la culpa de situaciones de las que sólo ellos deberían asumir la responsabilidad, sobre todo si se trata de hijos menores de edad, por ejemplo, en el tema de las finanzas del hogar: “siempre quieres que te compre todo, por eso no nos alcanza el dinero”.

 

economía familiar es difícil, pero nunca descargues tus frustraciones en tus hijos. Si son menores de edad, no les corresponde contribuir y si les echas en cara lo que tú misma decides darles, sólo los vas a hacer sentir mal.

 

expectativas poco realistas y contradictorias con sus propias actitudes. Por ejemplo, decirles: “eres un/a flojo. Yo a tu edad sacaba puro diez”, cuando están viendo que quizá no tienes el mejor trabajo del mundo, o cambias de empleo a cada rato, o no llegaste a titularte.

 

confunden a los hijos y les impiden desarrollar una comprensión sólida de lo que se espera de ellos. Esta falta de congruencia sólo les genera estrés y ansiedad, afectando negativamente su autoestima y bienestar emocional.


Ahora que ya lo sabes, en cuanto te des cuenta de que te estás comportando como una mamá o un papá manipulador, rectifica de inmediato tu conducta. Recuerda que la crianza saludable implica brindar un ambiente de amor, respeto y apoyo incondicional a tus hijos para que puedan desarrollarse plenamente y alcanzar su máximo potencial.

 

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