Nos vamos a divorciar, ¿cómo se lo decimos a nuestros hijos?

Cuando nos casamos, obviamente pensamos que será para siempre, pero ya sabemos que no siempre resulta así y muchos matrimonios terminan en divorcio en la actualidad.

A lo complicado de esta situación (porque hasta los divorcios más fáciles duelen), hay que agregar lo difícil que puede ser cuando hay hijos de por medio, pero no te preocupes, porque ahora te daré unos tips para que puedas comunicarles esta noticia.

Empieza por elegir el lugar y el momento

Solemos creer que ir todos juntos a comer a un restaurante es la mejor estrategia para comunicarles esta noticia, pero déjame decirte que desde mi punto de vista no lo es; es posible que lloren o reaccionen con rabia o coraje, así que si quieres evitarte el numerito, no los lleves a un lugar público.

Por otra parte, es horrible pensar que les estarás arruinando lo que ellos creyeron que era un paseo común y corriente, así que tampoco te recomiendo un parque, los juegos mecánicos o el centro comercial. Mejor elige el hogar, en un momento en que vayan a estar todos los miembros de la familia.

Ya sé, el trago amargo no lo podrás evitar, pero al menos se sentirá menos fuerte si lo intentas poniendo en práctica lo siguiente.

Niña con papás / Imagen: iStock

Ahora sí, aquí van unos tips

Díganlo en pareja, con mensajes sencillos y claros. Por ejemplo: papá y mamá han decidido que ya no pueden vivir juntos; nos vamos a separar pero los seguimos amando igual que siempre; ahora ustedes van a tener dos hogares en lugar de uno.

Enfaticen el hecho de que ellos no tienen la culpa. Por ejemplo: esta decisión la pensamos mucho para no lastimarlos; no tiene nada que ver cómo se han portado ustedes; ustedes son excelentes hijos pero nosotros ya no podemos vivir juntos.

Refuercen la idea de que ellos estarán a salvo. Por ejemplo: esto implica un cambio en las rutinas de todos, pero ustedes estarán siempre seguros y a salvo; siempre habrá alguien que los cuide, no se quedarán solos.

Permitan que sus hijos pregunten lo que necesiten. Y respondan de la manera más clara posible, sin que haya malos entendidos o actitudes hostiles entre ustedes dos.

Hagan todos lo posible por mantener las rutinas. Una vez que cada quien esté viviendo por su lado, esfuércense por mantener las rutinas de sus hijos. Acuerden quién pasa por ellos a la escuela pero llévenlos a comer a donde acostumbran (es decir, a lo que para ellos es la casa familiar), y ayúdenlos a hacer sus tareas diarias ahí, aunque esto implique que uno de ustedes sacrifique su espacio entre semana. El fin de semana, este padre puede llevarlos a su espacio para que se empiecen a familiarizar, hasta que sientan aquella también como su casa.

Papás y niña / Imagen: iStock

Finalmente, establezcan desde el principio las reglas, de esta manera todo quedará claro e irá mejor.