El bullying entre mamás es real y comienza incluso en tu círculo más cercano

El bullying entre mamás es real, pero nadie habla de él. Así como un niño puede sentirse indefenso y aterrado por toda la serie de comentarios, críticas y acciones que padece, como mamá también sientes frustración y soledad ante las constantes críticas que recibes durante la supuesta etapa más feliz de la vida: la maternidad. 

De todo lo planeado para mi maternidad, el bullying entre mamás era algo que no veía venir. Desde mi mamá, pasando por mi suegra, mis tías y algunas primas, todas en algún momento han criticado o juzgado la forma en que he decidido criar a mi bebé. 

Sinceramente nunca sufrí de bullying cuando era más joven hasta ahora que me convertí en madre. ¿No se supone que la maternidad debe ser la etapa más feliz del mundo? Pues no, tal parece que no, porque desde que nace tu hijo, otras mamás (incluso de tu círculo más cercano) están a tu alrededor para saturarte de consejos, tips e ideas, algunas ideas incluso antiguas, sobre cómo se debe educar a un niño. 

“Déjalo que llore”, “no lo duermas contigo”, “dale pecho”, “no le des pecho”, “no lo acostumbres a los brazos”, “báñalo en regadera para más fácil”, y eso es solo el comienzo, porque llegado el momento en que mi hijo comenzó a comer sólidos llegaron más comentarios: “dale dulces”, “que pruebe el pastel”, “haz que coma de todo”, y el más sorprendente de todos: “dale refresco”. Sí, en pleno siglo XXI mi tía abuela me tachó de exagerada porque no quería darle refresco a mi hijo de 8 meses. 

Qué es el bullying entre mamás

No, no estamos exagerando. El bullying entre mamás es real, incluso este fenómeno también recibe el nombre de mom-shaming, y hace referencia a la tendencia de algunas madres a juzgar, criticar o menospreciar las decisiones y elecciones de otras madres. Esto puede manifestarse en forma de comentarios negativos, burlas, chismes o incluso acoso en línea. Es una conducta perjudicial que puede dañar la autoestima y la confianza de las madres afectadas.

Todas fuimos madres primerizas en algún momento, así que antes de juzgar y criticar, permitamos a esa nueva mamá vivir y experimentar con libertad y seguridad su propio proceso. Si quieres ayudar a una mamá primeriza, primero pregúntale si necesita algo y si tiene dudas. El posparto suele ser solitario para la mayoría porque en lugar de sentirnos acompañadas entre mujeres, la ayuda viene disfrazada de críticas, presión y comentarios negativos.

Si eres mamá, cuida lo que le dices a otra mujer que está en tu situación. Si aún no eres mamá, procura empatizar con la situación de esa persona. 

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Bullying entre mamás: cómo contrarrestar este fenómeno 

1. Seamos más empáticas y solidarias 
En lugar de criticar a otras madres, deberíamos tratar de comprender sus circunstancias y decisiones. Practicar la empatía y la solidaridad crea una comunidad de apoyo entre madres que pueden compartir experiencias y consejos de manera positiva.

2. Fomentemos la autoaceptación
Todas las madres tienen diferentes estilos de crianza y circunstancias únicas. Dejar de juzgar a otras madres permite que cada una se sienta más segura en sus elecciones y en su papel como madre, promoviendo la autoaceptación y la autoconfianza.

3. Disminuyamos el estrés y la ansiedad
Ser víctima de bullying entre mamás puede causar un gran estrés emocional y ansiedad. Al dejar esta práctica, se crea un ambiente más saludable y menos estresante para todas las madres.

4. Construyamos un modelo positivo para los hijos
Los hijos observan y aprenden de las actitudes y comportamientos de sus padres. Al dejar el bullying entre mamás, estamos modelando un comportamiento más compasivo y respetuoso para que nuestros hijos lo sigan.

5. Fortalezcamos nuestra red de apoyo 
Cuando las madres se apoyan mutuamente en lugar de criticarse, se forma una comunidad más fuerte y unida. Esto puede tener beneficios duraderos, como la creación de amistades sólidas y un entorno más saludable para el crecimiento de los hijos.

El bullying entre mamás es una práctica destructiva que debemos evitar. Si todas hemos pasado por lo mismo, por qué no nos enfocamos en fomentar empatía, autoaceptación y solidaridad entre mamás. Reflexionemos. 

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