¿Sabes guardar un secreto?

Por: Ana Paula Capetillo

Una Isla con 43 km de fina arena blanca. Mar turquesa. Una laguna color jade la separa de tierra firme. Una playa casi virgen, inexplorada. La mejor manera de llegar es atravesando en ferry la laguna Yalahau, al atardecer. El trayecto es un encuentro casi interminable con delfines y después… un muelle. ¡Bienvenido! estás en Holbox. Comienza la magia, el escape del mundo real. Donde lo difícil no es llegar sino irse. 

Las bicicletas, motonetas y los carros de golf se convierten en los únicos medios de transporte. Calles de arena blanca. Donde hay más pájaros que habitantes. Amabilidad mediante trato y sonrisas. Hoteles ecológicos. Hoteles Boutique. Hamacas. Tranquilidad.  

Las velas se prenden en cuanto cae la noche y las estrellas se vuelven testigos de uno de los lugares más románticos. Una pizza de langosta que es la especialidad de la isla y  un buen  vino te ayudará a disfrutar de un ambiente relajado. El silencio de la noche te indica que estás alejado de la vida cotidiana y te invita a estar más cerca de ti.

El principal atractivo de esta isla paradisíaca es el tiburón ballena.  Nadar o  bucear cerca de él es la sensación más fuerte que se pueda sentir.  Se alimenta de plancton y es muy amigable con el ser humano.  Un encuentro inolvidable. 

La isla Holbox es una de las  pocas joyas escondidas de la naturaleza mexicana, y definitivamente uno de los secretos mejor guardados de nuestro país, así que ssshhhh…

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Cuando estés en Holbox recuerda: vive la experiencia de limpiar y enriquecer tu mente, es el lugar ideal para ello. Goza plenamente de uno de los lugares más bellos de nuestro país y aliméntate de la energía de ese esplendido lugar. Buen viaje y guarda el secreto.

 

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