Te digo un secreto, de los países más bellos que he conocido (obvi después de México :P) Perú está en mi top de favoritos. Pero no sólo por Machu Picchu (ciudad fantástica) también quedé maravillada por Vinicunca, la montaña de los 7 colores, un lugar para llenarte los ojos de belleza.

Montaña pintada de colores

Una prestigiosa revista catalogó esta montaña como “uno de los 100 lugares que debes visitar antes de morir” y no es para menos.  Simple y sencillamente es maravillosa.

Se encuentra a 100 km de la ciudad de Cusco y es la 4ª montaña más alta de Perú. Para llegar a ella hay que caminar unos 8 Km, parece simple, pero imagínate hacerlo a más de 5 mil metros de altura. Poco más difícil, ¿no?

Vinicunca tiene 6,372 metros de altura y esos espectaculares colores se logran gracias a sus minerales expuestos. Resulta que hace millones de años la zona estaba cubierta de agua, con el tiempo los óxidos de hierro y sulfatos de cobre fueron adquiriendo tonalidades “mágicas” gracias al sol. El resultado es esta montaña surrealista.

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Busca tour hacia Ausangate

Vinicunca es una joya geológica, de las rutas de senderismo más cotizadas en el mundo.

Después de Machu Picchu, es obligado ir a ella. Para llegar, hay tours que incluyen tanto la visita a la ciudad inca como a Ausangate, un mirador nevado en la cordillera del Vilcanota que incluye la visita a esta hermosísima montaña.

Los incas creían que la montaña de los 7 colores nacía de la energía masculina que fertiliza a la Madre Tierra (Pacha Mama).

El nevado de “Apu” Ausangate es para la cultura andina dador de vida y guardián de las ciudades. No será extraño ver a los lugareños haciéndole ofrendas, cantos y danzas. Definitivamente una experiencia inolvidable y mágica, te recomiendo vivirla. 

 

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Fotos: Unsplash