Tener hijos es “lo peor” que le puede pasar a una pareja, dicen estudios

Para mí, tener hijos fue maravilloso, pero estoy consciente que no todos piensan como yo. De hecho, un estudio asegura que los niños son “lo peor” que puede pasarle a una pareja y que tener familia con niños hace “miserables”  a los papás.

Tener hijos podría causar infelicidad

El estudio que te platico se realizó en Alemania y en él, los autores aseguran que los hijos podrían causar infelicidad a la pareja, a tal grado que a la larga es probable que desarrollen soledad y depresión.

La demógrafa canadiense Rachel Margolis inició su investigación preguntándose ¿por qué los alemanes están desistiendo de tener hijos? Y es que este país ya superó a Japón como el lugar con menor tasa de natalidad en el mundo.

Según el análisis, la culpa es de la "disminución del bienestar general después de tener el primer hijo".

Tras enfrentarse al reto de ser padres, asegura Margolis, muchos experimentan infelicidad y se sienten abrumados con esa responsabilidad. Pero eso no es todo, "dejan de hacer cosas que les causaban alegría, se enfrascan en la rutina e incluso se ven afectadas sus relaciones íntimas".

 Los hijos “chupan” la vida

Para llegar a esta conclusión, los demógrafos preguntaron a los participantes su estado de bienestar general  tres años antes de ser padres y dos años después del nacimiento de su primogénito.

Según Margolis, no se les preguntó específicamente sobre la paternidad porque es un tema “tabú aceptar que los hijos están chupando la vida”.  Sin embargo, sí se detectó relación con las noches sin dormir, la crianza y cambiar pañales sucios, con un marcado desgaste de la relación. 

La autora destaca que la infelicidad no es percibida de inmediato, sino hasta dos años después del nacimiento del hijo. Y que de los dos hijos promedio que la mayoría pensaba tener antes del primer niño, la mayoría de los alemanes se quedan solo con uno. 

Hay más estudios similares

Este estudio no es el único que establece una relación entre los hijos y la infelicidad. Matthew D. Johnson, profesor de psicología de la Universidad de Binghamton, en Nueva York, indica en su libro “Grandes mitos de las relaciones íntimas”, que el promedio de satisfacción en el matrimonio baja con la llegada de los hijos.

“Durante aproximadamente 30 años, los investigadores han estudiado cómo tener hijos afecta el matrimonio, y los resultados son concluyentes: la relación entre los cónyuges se resiente una vez que los hijos llegan. Al comparar parejas con y sin hijos, los investigadores encontraron que la tasa de disminución en la satisfacción de la relación es casi el doble para las parejas que tienen hijos que para las parejas sin hijos. En el caso de que un embarazo no sea planeado , los padres experimentan impactos negativos aún mayores en su relación”

La ironía, dice Johnson, es que aunque la satisfacción matrimonial disminuye, también baja la probabilidad de divorcio. “Tener hijos puede hacerte sentir miserable, pero serán miserables juntos”.

La pérdida de la individualidad

Sinceramente creo que estos estudios necesitan un análisis mayor. No dudo que muchos padres experimenten agotamiento e incluso tedio con la llegada de los hijos, pero mucho tiene que ver con la pérdida de la individualidad. El peor error que le puede pasar a una pareja es olvidarse de ellos mismos para convertirse, única y exclusivamente en papás. Ahí es cuando sobreviene la frustración y la infelicidad. No son los hijos, son los papás que creen que sus vidas deben girar en torno a los niños. Creo que la diferencia es abismal.

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