Reflujo gástrico en el bebé, por qué sucede

Si en algún momento has notado que tu bebé tiene reflujo, aquí te vamos a explicar por qué sucede esto.

El reflujo infantil ocurre cuando la comida retrocede del estómago del bebé y generalmente no causa preocupación, ya que no es frecuente que haya mucho ácido que irrite su garganta o el esófago, de acuerdo con Mayo Clinic.

Sin embargo, debes consultar al médico, si tu bebé presenta alguno de los siguientes signos:

• No sube de peso.
• Regurgita constantemente y con fuerza, lo que hace que el contenido del estómago se proyecte de la boca.
• Expulsa líquido verde o amarillo.
• Saca sangre o un material que se parece al sedimento del café.
• Se niega a comer.
• Tiene sangre en las heces.
• Tiene dificultad para respirar o tos crónica.
• Comienza a regurgitar a la edad de 6 meses o más.
• Se encuentra irritable después de ingerir alimentos.

Si tu bebé presenta alguno de estos signos puede ser que tenga una enfermedad por reflujo gastroesofágico o alguna obstrucción en el aparato digestivo, por eso es importante que constantemente lo observes para que puedas acudir al doctor en caso de ser necesario.

¿Cuáles podrían ser las causas del reflujo gástrico?

Es raro que el reflujo infantil pueda ir acompañando de síntomas preocupantes, pero estas podrían ser algunas de las causas de la enfermedad.

En los bebés que se encuentran en lactancia, el anillo de músculos entre el esófago y el estómago y el esfínter esofágico inferior, todavía no terminan de desarrollarse, contribuyendo al reflujo infantil, al igual que los siguientes factores:

1. Nacimiento prematuro del bebé
2. Dieta principalmente basada en líquidos
3. Bebé recostado la mayor parte del tiempo

Otras afecciones graves que podrían causar el reflujo infantil son: enfermedad por reflujo gastroesofágico, estenosis pilórica, intolerancia a los alimentos y síndrome de Sandifer.

Remedios que pueden mejorar el reflujo infantil

Para reducir el reflujo gástrico de tu bebé puedes apoyarte de los siguientes remedios:

• Alimenta a tu bebé en una posición en la que se encuentre erguido

De esta manera el estómago permanecerá en su lugar, intenta que se quede sentado 30 minutos después de que lo hayas alimentado para que pueda hacer digestión correctamente. 

• Dale menos comida pero con mayor frecuencia

Intenta darle menos alimento, ya sea en el caso del biberón o de la lactancia.

• El bebé tiene que eructar

Se recomienda que el bebé eructe con frecuencia durante y después de alimentarlo.

• Tiene que estar boca arriba cuando se vaya a dormir

Esto hará que el reflujo disminuya, además de que siempre se recomienda que duerma en esa posición para evitar que se ahogue. 

El diagnóstico correcto siempre lo hará un doctor y podrá saber la causa del reflujo de tu bebé por medio de una ecografía, análisis de laboratorio, radiografía o endoscopia.