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Carta a los niños que preguntan: "Mamá, papá, ¿qué es la cárcel?"

Carta a los niños que preguntan: "Mamá, papá, ¿qué es la cárcel?" / Foto: iStock / Rattankun Thongbun

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En el mundo hay familias que pasan por momentos muy difíciles, pero, ¿te imaginas pasar por una situación que haga que tus hijos te lleguen a preguntar qué es la cárcel?

Es triste, pero es una realidad con la que tienen que lidiar muchas personas y que se complica más cuando en casa hay niños que no comprenden 100% lo que está pasando.

Recientemente, encontré un tuit que me pareció bastante interesante, pues se trata de una carta a los niños que preguntan qué es la cárcel. Un tema del que muchos evitan hablar y que tal vez complica la comunicación entre mamás, papás y sus hijos.

La carta fue escrita por Claudia Alarcón, investigadora que trabaja en centros penitenciarios de la Ciudad de México y del Estado de México, que se enfoca a la parte emocional de la culpa criminal de jóvenes que han cometido homicidios.

La investigadora publicó en Twitter que el hijo de uno de sus amigos la inspiró para redactar esta carta.

"El hijo, de 5 años, de un amigo le preguntó a su papá qué es la cárcel. Mi amigo me contó y la pregunta me motivó a escribirle esta carta. Pienso que es bueno compartir nuestros sueños adultos con los niños y las niñas. Muchas gracias a Lucas que inspiró esta reflexión", dice el tuit.

Esta es la carta:

 

Carta a los niños que preguntan: "Mamá, papá, ¿qué es la cárcel?"

 

Lucas:

Tu papá me contó que ya sabes que existe un lugar llamado cárcel. Te quiero contar un poco de ese lugar. La cárcel es un lugar triste que algunas personas adultas, que alguna vez fueron niños como tú, usan para castigar, encerrar y no dejar salir a otras personas.

En la cárcel hay personas a las que ni sus papás ni nadie más les enseñaron a dar cariño pero que sin quererlo lastimaron a otras personas, gravemente, y, también, hay personas que no le han hecho daño a nadie pero que alguna persona no muy lista las encerró. Esto último que te cuento es algo que llamamos injusticia social y es un problema importante que debemos resolver entre todas las personas.

Como verás, la cárcel es un lugar triste porque no deja a las personas ir al parque, sacar a pasear a su perro o convivir con sus papás o sus hermanos. Yo voy a veces a visitar a las personas a la cárcel, me gusta platicar y leer libros con ellas porque así la cárcel se vuelve un lugar menos triste.

Te cuento que yo he aprendido mucho de este lugar triste. Lo más importante que he aprendido es que todas, todas las personas nos equivocamos, es algo normal. Pero pienso que si entre todos nos cuidáramos y platicáramos sin pelear, nos seguiríamos equivocando pero no le haríamos daño a otras personas y, entonces, ya no necesitaríamos las cárceles y podríamos tirarlas todas y en esos lugares podríamos mejor plantar muchos árboles y poner juegos para que los niños y niñas vayan a jugar y se conozcan y hagan amigos y amigas y, por supuesto, a jugar con sus perros.

Por último, te voy a contar un secreto que mucha gente no entenderá pero estoy segura de que tú sí: yo creo que algún día tendremos más árboles que cárceles.

Espero estés bien y contento. 

Te envío un abrazo, 

Claudia.

 

 

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