¿Qué va primero: hijos o pareja? Estudio explica por qué debes priorizar a tu pareja

Sé que lo que voy a compartir a continuación puede generar opiniones encontradas y puede parecer contradictorio con lo que comúnmente se dice (que primero eres madre y luego mujer), pero según la ciencia, priorizar a tu pareja sobre la crianza de los hijos es importante. Permíteme explicarte por qué esto no es una idea descabellada.

Después de que los hijos crecen, se tienen el uno al otro. Recuerdo las sabias palabras de una tía que disfrutó de un matrimonio feliz de más de 50 años. Ella compartió algunos consejos matrimoniales conmigo, aunque confieso que en ese momento los recibí con cierta incredulidad. Sus palabras fueron simples pero poderosas: "Coloquen su relación como pareja por encima de todo lo demás. Incluso cuando tengan hijos, sigan siendo la prioridad, porque los hijos crecerán, harán sus vidas, y al final, lo único que queda es el amor y la relación que han construido juntos."

Por qué debes priorizar a tu pareja 

Aunque siempre he creído que los hijos son la prioridad, y en muchos sentidos lo son, estas palabras me hicieron reflexionar. Es cierto, nuestros hijos crecerán y seguirán sus caminos, y si hay un amor sólido entre los padres, eso perdurará. ¿Podría esta ser la clave para relaciones duraderas y felices?

Es importante aclarar que esto no significa descuidar a los hijos, ya que dependen de nosotros y es nuestro deber cuidar de ellos y criarlos. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que hay una disminución significativa en la satisfacción conyugal durante los primeros tres años después de la llegada de un nuevo bebé. Según un estudio publicado en el Journal of Family Psychology, el 63% de las parejas experimenta esta disminución, mientras que solo el 33% logra mantener su nivel de satisfacción.

Los nuevos padres enfrentan una serie de obstáculos, como preocupaciones financieras, falta de sueño, depresión posparto e incluso celos por la atención que se le presta al bebé. Sorprendentemente, existe una ruptura en la relación de pareja con más frecuencia de la que imaginamos después de la llegada de los hijos.

Paradójicamente, el factor más importante para determinar el desarrollo social, emocional y cognitivo de un niño es la conexión emocional entre los padres (no solo hacia el niño, sino también entre ellos). Nuestros hijos nos observan a diario, aprenden de cómo nos tratamos mutuamente y cómo manejamos los desafíos de la vida juntos.

Amamos a nuestros hijos profundamente desde el momento en que nacen, pero el amor y la relación de pareja no se mantienen por arte de magia. Requieren trabajo constante y no es cuestión de egoísmo o ser malos padres.

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Papás felices = hijos felices

Estudios realizados por la American Psychology Association han demostrado que los niños cuyos padres tienen una relación sana son más felices. Además, las tensiones en la relación de los padres afectan la forma en que se relacionan con sus hijos, lo que puede influir en su bienestar emocional y su rendimiento académico.

Otro estudio reveló que los adolescentes son más felices en general cuando sus madres tienen una buena relación con sus parejas. Tristemente, los niños de familias divorciadas a menudo enfrentan más desafíos, aunque esto no significa que estén destinados a la infelicidad o a relaciones fracasadas.

Lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos es amarnos mutuamente y trabajar juntos para mantener una relación sólida. Aunque pueda sonar sorprendente, en una investigación reciente, cuando se preguntó a las parejas qué era más importante, si los hijos o la pareja, los niños fueron mencionados tres veces más.

Hoy estoy convencida de que la ecuación "padres felices = niños felices" es cierta. Debemos prestar más atención a la persona que duerme a nuestro lado.

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