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Lo que te choca te checa: el hijo con el que más peleas es el más parecido a ti

El hijo con el que más peleas

Puede ser que con el hijo que más peleas es porque es el que más se parece a ti l iStock

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Un dicho dice por ahí “lo que te choca te checa” y es completamente cierto. El hijo con el que más discutes, con el que "chocas" es porque se parece más a ti. Y sí, sabemos que puede ser desgastante esta relación, pero justamente eso que no te gusta de ese hijo o hija es porque en realidad es una proyección de ti misma.

Lo que te choca te checa

Y aunque ya habíamos escuchado anteriormente este dicho, la psicóloga española Martha Segrelles, explica en su blog lo que sucede: ¿Por qué será que lo que tanto nos enoja de los hijos es lo que más nos asemeja a ellos?

De acuerdo con la especialista, los padres ven en los actos de sus hijos los tropiezos que ellos mismos cometieron en el pasado. “Pensar que sus niños deberán superar las pruebas que ya vivieron los lleva a intentar rescatarlos de alguna manera, lo que genera el choque”, explicó.

La experta añade que aquél hijo que te hace enfurecer y el que te reta constantemente, es debido a que de manera inconsciente está siguiendo tus pasos. “Muchos comportamientos de los hijos son heredados de forma inconsciente. Durante la infancia los niños observan la manera de proceder de los padres ante diversas circunstancias y ahí es donde adoptan maneras de hablar, reaccionar y comportarte. Incluso el carácter de los padres suele ser determinante en el desarrollo de los pequeños”.

El hijo con el que peleas es igualito a ti

Observa a tu hija o hijo con el que discutes más a menudo. Ahora piensa en cómo eras tú a esa edad. ¿Te hace sentido? Dice la experta que cuando recapitulamos las decisiones que hemos tomado en nuestra vida y cómo hemos  actuado en algunas situaciones, muchos de nosotros desearíamos cambiar algunas cosas e intentamos tener ese segundo chance con nuestros hijos.

“Todo lo que te molesta de otros seres es solo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo”, asegura Segrelles.

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El hijo con el que más peleas

¿Qué hacer si peleas mucho con tu hijo?

Aunque nos cueste aceptarlo debemos reconocer que nuestros hijos tienen derecho a cometer sus propios errores. Es su vida y tienen que experimentar sus propias situaciones para poder aprender.

Es válido darle consejos, incluso puedes contarle tu propia historia para que comprendan lo que has vivido; es también entendible que trates de guiarlo, pero llega un momento en que todo lo que les digas son solo sugerencias. Los hijos son libres y van a tomar, quieras o no, sus propias decisiones.

Para suavizar la relación que tienes con ese hijo con el siempre discutes, te sugerimos que no intentes cambiarlo, eso no está en tus manos, lo que sí puedes hacer es cambiar tu actitud, teniendo en cuenta que lo único que puedes controlar es es lo relacionado contigo, tus pensamientos, acciones y emociones.

La psicóloga Segrelles comparte algunos tips que te ayudarán y guiarán en este viaje de cambio para ti.

1. Resuelve tus propios conflicto emocionales, deja el pasado atrás, intenta identificar tus propias barreras y posibles prejuicios.
2. Deja de gritar y reprochar para hacerte escuchar. En su lugar, trata de dar tres pasos atrás y mira las cosas con objetividad y empatía. Ponte en su lugar, si no puedes, pide a alguien neutro que te de su punto de vista.
3. Antes de reprochar su actitud, que sin duda puede ser cuestionable, analiza tus propias reacciones. ¿Cómo es tu tono de voz? ¿Qué palabras son las que usas? Recuerda que lo que decimos puede herir más que los golpes.
4. Intenta no darle tanta importancia a sus desplantes. Sobre todo en la adolescencia, las hormonas hacen que sus acciones sean exageradas y inestables. Tú eres la persona adulta, en ti debe estar la cordura. Si azota la puerta, si levanta la voz o hace una mueca, antes de que explote, respira y no caigas en la provocación.
5. Si ambos están enojados, es mejor que esperes a que se tranquilicen para seguir con la plática. De lo contrario, solo habrá gritos, no arreglarán nada.
6. Controla tus propias emociones, así podrás transmitirle esa serenidad a tu hijo. Si tú le bajas tres rayitas, él hará lo mismo y ni se dará cuenta.
7. Ese hijo con el que peleas es el que más pide tu ayuda. Mejora el vínculo con él, pasa tiempo a su lado, platica, crea buenos momentos y perdona.

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