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Pinturas rupestres de Baja California

Pinturas rupestres

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El año pasado hice un viaje realmente espectacular: fui a ver las pinturas rupestres de Baja california. El recorrido es especial no solo por las pinturas en sí (fueron declaradas patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO en 1993), sino también por el lugar donde están y el camino que hay que recorrer para llegar a ellas.

Para empezar, el viaje en verdad, hay que llegar al Pueblo de San Ignacio. Ahí es donde se realizan los trámites necesarios y se obtienen los permisos. También puedes hacer lo que nosotros hicimos, contratar a una compañía que hace ecoturismo, y asegurarte que vas con guías experimentados porque lo agradecerás. Nosotros contratamos a Kuyima.

La aventura arranca temprano en la mañana, cuando te recogen en una camioneta todo terreno para llevarte al rancho de San Fernando. Son más o menos dos horas de camino, primero en carretera, después en terracería, y finalmente en un camino de piedras que difícilmente se le puede llamar camino.

En el rancho de San Fernando te cambias de camioneta a mula, porque las pinturas están en el fondo de un cañón, y la única forma de llegar es sobre las bestias. Las mulas también cargan el agua, comida y equipo para acampar en el fondo del cañón las siguientes dos noches.

La bajada del cañón toma como cuatro horas, y la verdad sí es bastante cardiaca. Las vistas son impresionantes y te sientes en medio de la nada. Pero tengo que confesar que eso de confiarle tu vida a un animal de carga a mí sí me tenía bastante nerviosa. La inclinación es tal que si te bajas de la mula es difícil ponerte de pie sin agarrarte de algo, y yo no sé cómo le hacen esos animales pero van saltando de piedra en piedra; lo único que yo pensaba era: “Si se resbala aquí quedamos las dos”. Cuando llegas al fondo del cañón todavía hay que recorrer un tramo en lo que solía ser un río, pero que ahora está prácticamente seco, para llegar a un lugar donde pasar la noche.

Los siguientes dos días los pasas explorando el cañón, y literalmente escalando para llegar a ver las pinturas. Realmente son fantásticas, enormes y además están plasmadas en lugares que son prácticamente imposibles de alcanzar. De hecho, una de las leyendas de la zona es que las pinturas fueron hechas por unos gigantes que vivían en el cañón. Creo que ver estas muestras de arte antiguo en un museo valdría mucho la pena, pero verlas en el lugar donde fueron hechas e imaginarte como vivía esta gente, junto a la dificultad que implicaba realizarlas, le da a las pinturas algo más, como un toque o elemento mágico.

Los análisis de pigmentos indican que las pinturas tienen una antigüedad de 4 mil años, y las de fecha más reciente corresponden al siglo XVII, lo que es sorprendente ya que en ese largo periodo de tiempo casi no se aprecia variación en el estilo. Los pobladores de estas zonas fueron los cochimíes, que se organizaban en grupos de entre 50 y 200 miembros dedicados a la caza, principalmente del venado, y a la recolección de frutos.

Al final del segundo día emprendimos el viaje de regreso, que fue tan duro y largo como el de bajada, pero definitivamente valió la pena.

Kuyima Ecoturismo

www.kuyima.com

info@kuyima.com

Teléfono: +52-615-154-00-70

Ecoturismo Kuyimá, SPR de RL 

Morelos #23, esq. Miguel Hidalgo

Zona Centro, San Ignacio, BCS 23930

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