Tips para hacer que tus hijos amen la lectura

Por: Irma Evangelina Gallo López de Lara

leer pero no tienes idea cómo hacer para que tus hijos se “contagien” de esta pasión, o si por el contrario, tú nunca te apasionante por la lectura pero no quieres que este sea el caso con tus hijos, hay algunas cosas que quisiera compartir contigo.

 

Papá leyendo a su bebé / Imagen: iStock

A fuerzas, ni los zapatos entran

Dice el dicho, y dice bien, porque cuando algo se convierte en obligación de inmediato se le quita lo divertido. Hay que distinguir muy bien entre las lecturas que hay que hacer a fuerzas por la escuela (acerca de esas, ni modo, no queda más que convencer a tus hijos por las buenas) y las que uno hace por placer, así como ver la tele, ir al cine, escuchar música, patinar, andar en bici o bailar.

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placer es la palabra clave aquí: si quieres que tus hijos lean por puro gusto, mi sugerencias son las siguientes.

Libros de hule para leer en la bañera / Imagen: Instagram

  • ilustraciones grandes y vistosas, y poco texto.

  • ibros de hule, que se pueden meter a la bañera, es ideal porque tu bebé podrá disfrutarlos hasta en el baño.

  • Léele todas las noches. No importa si es apenas un párrafo, pero hagan de esta una costumbre que además servirá para estrechar los lazos entre ustedes.

  • librerías. Enséñale todo el universo de posibilidades que puede encontrar ahí y anímalo a que elija el libro que le llame la atención. Si todavía no lee bien, tú hazlo por él; emociónalo contándole lo que dice en la contraportada para que se anime, y trata de responder a sus preguntas lo mejor posible.

  • Niña pequeña con coletitas leyendo / Imagen: iStock

    Qué tipo de lecturas conviene elegir

    Para los primeros lectores es conveniente escoger historias sencillas pero en las que suceda algo que transforme a los protagonistas; en los grandes clásicos siempre podrás encontrar opciones, y hay muchos que tienen versiones especiales para los más pequeños. 

    Aquí en Me lo dijo Lola te recomendamos ya unos cuentos de Oscar Wilde y unos poemas de Federico García Lorca, pero también pueden empezar con historias aún más sencillas; por ejemplo, el escritor e ilustrador Oliver Jeffers tiene cuentos maravillosos como la serie de la cerdita llamada Olivia, El increíble niño comelibros, o El día que los crayones renunciaron, entre muchos otros.

    Portada El día que los crayones renunciaron / Imagen: Cortesía

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