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“Tengo un hijo trans”: Cómo acompañar a las infancias y adolescencias transgénero

“Tengo un hije trans”: Cómo acompañar a las infancias y adolescencias transgénero / Foto: iStock / Devenorr

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¿Qué es lo primero que pensarías si tu hija o hijo te dice algo como: “Mamá, yo no elegí ser trans, yo nací trans”?

Esta frase es una realidad que han vivido muchas madres que se han visto envueltas en situaciones complicadas porque a la sociedad le cuesta trabajo aceptar la igualdad.

Y México no es la excepción, pues ser una persona trans en este país no es nada fácil.

 

¿Qué es la identidad de género?

 

De acuerdo con la CNDH (Comisión Nacional de los Derechos Humanos), la identidad de género es la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la percibe, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento.

Actualmente, en la Ciudad de México, una persona trans que quiera ser reconocida por su género puede obtener su acta de nacimiento ante registro civil a partir de los 18 años, pero si la persona es menor de edad el proceso se complica, pues debe pasar por un juicio en el que un juez determina si se le otorga el acta con reconocimiento de identidad de género o no.

Esto se puede convertir en una trampa sin salida porque el proceso para entrar a un juicio suele ser muy tardado, ilógico, cansado y costoso.

 

Testimonios de las voces que deben ser escuchadas

 

Y qué mejor que conocer más sobre ello que los testimonios de las mamás que están pasando por esto.

Me acerqué a Tania Morales, presidenta de la Asociación por las Infancias Transgénero y a distintas madres de familia para hablar sobre este tema; una realidad latente en nuestro país.

 

Infancias y adolescencias transgénero

 

Foto:

 

Tania Morales, de 41 años, es la fundadora y directora de la Asociación Civil por las Infancias Transgénero.

¿Quién la impulsó? Su hijo Luis de 17 años, quien a los 13 le dijo que era un hombre.

“Cuando Luis me dijo por primera vez que era un hombre y me dio un libro sobre las personas trans, sentí mucho miedo porque tenía poca información que colectivamente se difunde. Yo no entendía lo que me estaba diciendo.

El siguiente sentimiento fue que el mundo lo iba a rechazar y que esto le iba a doler. Yo no quería que sufriera y fue entonces que pensé que, en lugar de tener miedo, necesitaba enterarme de qué se trataba”, mencionó.

 

¿Cuál fue tu primer acercamiento a la información de las personas trans?

 

“A mí me quedó claro que no solo era algo que estaba viviendo mi hijo, sino que yo también debía empaparme completamente del tema porque en todo su crecimiento suelo involucrarme.

Como cuando jugó tenis y yo también aprendí a jugar tenis para saber qué era lo que le importaba; ahora imagínate con un tema que le iba a dar un cambio completo a su vida…

Empecé a buscar información y encontré un par de libros muy buenos y un curso en línea de una Universidad en España.

En internet encontré a unas personas trans y les escribí directamente y la verdad fue algo bien bonito porque me contestaron de inmediato.

Me acerqué a grupos porque quería saber la información de primera mano”, apuntó.

 

Luis es el primer hombre menor de 18 años en todo México que logró hacer los trámites administrativos de cambio de identidad de género sin ir a un juicio. Esto se logró por medio de un amparo y a los 15 años ya contaba con su acta de nacimiento.

 

 

Asociación por las Infancias Transgénero

 

La asociación se fundó formalmente a inicios del 2018 a raíz de que Tania no encontró ninguna organización en México que se enfocara en el tema de identidad de género de niñas y niños adolescentes.

Así empezó de cero a construir una idea de cómo acompañar a su hijo en este proceso de reconocimiento.

Cuando Luis logró obtener su acta siendo menor de edad, las familias los empezó a buscar para pedir ayuda porque se encontraban en casos similares.

“Nos dimos cuenta que había muchas familias que estaban igual y entonces decidimos fundar la Asociación por las Infancias Transgénero basada más en derechos”, afirmó.

Tania menciona que en lugar de ser una organización que promueve el aceptar a tu hijo o hija o hije, va más allá, pues te dicen cuáles son sus derechos, te invitan a sumarte en su vida y a cambiar lo que está mal socialmente porque hay una serie de cosas institucionales que no están correctas.

Con esto, se ha logrado que muchas familias estén interesadas en generar cambios en políticas públicas, en escuelas, en leyes, etc.

 

 

¿Mamá y papá?

 

A lo largo de su experiencia, Tania Morales se percató que la buscaban más mujeres que hombres para pedir ayuda en la asociación. El grueso de las familias consistía en madres, abuelas, tías, etc.; y había padres responsables y comprometidos, pero en general la cantidad era mucho menor.

Po eso, la presidenta supo que es un tema que le cuesta más a los hombres o que en general hay muchas familias que se construyen de formas diferentes.

“Me di cuenta de la serie de cosas que una mujer siendo madre tiene que enfrentar, es decir, cambiar el paradigma de lo que creías que era, empezar a nombrar a tu hije de otra manera. Eso yo lo pasé acompañada y respaldada, pero vi la carga de otras mujeres que la pasan solas en la parte emocional y también que sea la única responsable de la petición de reconocimiento.

Por todo esto, el perfil de la asociación se enfoca mucho en empoderar a las madres a las que les toca un papel bien difícil”, comentó.

 

Acompañamiento a las madres, infancias y adolescencias trans

 

Si eres parte de una familia con un hijo trans, puedes acercarte a la asociación para que te orienten sobre cuáles son los pasos que deberán seguir de ahora en adelante, sobretodo en la parte legal.

El primer contacto lo atiende la presidenta, quien platica con la familia, les da información, textos de lectura y en medida de lo posible los ve personalmente o hace una videollamada.

Una vez que la familia entiende todo, es momento de acompañar, apoyar y reeducarse.

Después viene la escuela. Desde mandar una solicitud por escrito con el protocolo escolar que dice qué es lo que le compete a la escuela, hasta integrar a la persona trans a su escuela.

“Después de la parte familiar y la parte escolar, empiezas a ver un bienestar en tu hije.

El siguiente paso es el acta de nacimiento y pues ahí estamos en una lucha en la Ciudad de México por promover legislaciones que protejan los derechos humanos de nuestros hijes en varios estados de la república”.

 

 

Leyes en la Ciudad de México

 

Si una persona trans es menor de edad y está buscando obtener su acta de nacimiento con su nuevo nombre elegido, ésta debe pasar por un juicio bastante complejo, el cual se considera que no está ligado a los estándares de derechos humanos.

Tania, además de fundar la asociación, también es Abogada Defensora de Derechos Humanos de Niñas, Niños, Adolescentes y Mujeres, y es Coordinadora de la Comisión de Asuntos Legislativos de la Coalición Mexicana LGBTTTI, por lo que le pedí que me hablara sobre lo que está pasando en la Ciudad de México en temas legales para las infancias y adolescencias trans.

Esto fue lo que me dijo.

El juicio que existe actualmente en la Ciudad de México es un juicio en el que piden que la solicitud de demanda sea con firma de la mamá y el padre y esto en la mayoría de los casos no puedes llevarlo porque casi nunca está el papá.

“Imagínate una mujer que lleva su casa, la parte emocional y que además le pidas que primero vaya a pelear la patria potestad de su hijo para poder iniciar el juicio y luego pagarlo, es algo terrible”, mencionó.

El proceso es largo y costoso (puede llegar a costar hasta 300 mil pesos) porque se necesitan dos abogados que sepan sobre derecho familiar oral y que además sepa sobre identidad de género.

El juicio te pide pruebas, entre ellas, dictámenes psiquiátricos y psicológicos, algo que no tiene sentido. Después, tu hija o hijo tiene que cumplir cierto tiempo en donde se compruebe que está viviendo en su género.

“Hay escuelas que no aceptan llamar a tu hija como mujer porque su acta de nacimiento dice que es hombre, entonces, ¿cómo compruebas que está yendo a la escuela como mujer?, es como una trampa”, dijo.

Debido a esto, presentaron una reforma. En 2019 Tania Morales entró al parlamento de mujeres de la Ciudad de México y presentó la propuesta a la legislación. Se aprobó en el parlamento de mujeres, se presentó en el congreso local, pero desde noviembre está parada.

“Basé esta reforma en un amparo con el que logramos el procedimiento para mi hijo. Él no tuvo que ir a un juicio, sino que pudo hacer su trámite ante el registro civil como una persona adulta. Y no sólo eso, la petición especial fue que los legisladores y legisladoras pudieran ver esta perspectiva de género, o sea, que tengan los datos duros que quienes van a acompañar a sus hijes son las mujeres, entonces, necesitamos una legislación que no pide que esté mamá y papá, sino al menos una persona. Que, en términos de derecho, primero tienes derecho a ser tú, y luego ya podemos hablar sobre la familia”, afirmó.

Por otro, lado, actualmente hay otra organización de mujeres que se llama LEDESER (Litigio Estratégico en Derechos Sexuales y Reproductivos), que está llevando 19 casos de amparos como el de Tania y de los cuáles el gobierno ha tenido una postura positiva.

Sin embargo, en Infancias y Adolescencias Trans hay 40 familias más que quieren iniciar estos procesos.

 

¿Cuál sería tu mensaje para las mamás que no saben qué hacer o dónde acercarse?

 

“No están solas, no son las únicas personas que pasan por esto. Si todos los días te informas un poquito, vas a estar más segura de los pasos que estás dando.

A todas las personas nos da miedo al principio, pero lo que nos dice nuestro corazón, que es acompañar a nuestros hijes, eso es lo correcto”, mencionó.

 

Si te interesa ponerte en contacto con la Asociación por las Infancias Transgénero, puedes hacerlo por medio de su página web o redes sociales.

También, puedes encontrar una biblioteca con testimonios o lecturas descargables, desde cuentos hasta cosas muy especializadas en derechos humanos.

 

 

- Mamá, quiero hablar contigo. Es que a mí no me gustan los niños.

- Entonces, ¿te gustan las niñas?

- No, tampoco, es que soy un niño, soy una persona transgénero.

 

Estas fueron las palabras que dijo a los 14 años el hijo de María Vázquez Medina, Chrom Alvis de 16 años.

Chrom es una persona autista con Síndrome de Asperger, con altas capacidades y una persona trans.

María asegura que hay estudios en Estados Unidos donde se indica que los niños autistas son los que tienen mayor probabilidad de ser personas transgéneros.

Él ya había investigado todo y únicamente le dio a su mamá ‘el paquete completo’, como ella menciona.

“Él dice que desde chiquito se dio cuenta y sabía que era importante decirlo.

Lamento no saberlo desde antes porque hubiéramos podido evitar todo lo de la parte física. Ahora debe recurrir a la operación”, platicó.

María menciona que lo tomó de la mejor manera, que decidió buscar información porque para ella lo más importante era ayudarle.

 

El primer paso

 

Lo primero que hizo María fue hablar con un paidopsiquiatra y curiosamente él estaba haciendo una especialidad en sexualidad, por lo que la acercó al IMESEX (Instituto Mexicano de Sexología) para pedir orientación.

Pero, no todo era tan fácil.

“En ese momento me llamaron de la escuela porque me comentaron que mi hijo había llevado unas cartas mencionando que se iba a quitar la vida, por lo que acudí con una amiga que es psicóloga y que lo atiende y me recomendó no dejarlo ni un minuto solo.

Por eso, tuve que sacarlo de la escuela y todo eso era porque no le permitían usar el baño, no le permitían ser él porque, aunque yo ya había hablado con la escuela sobre la situación y él ya había con sus compañeros, tuvo problemas y no se sentía bien.

Hubo mucha resistencia por parte de maestros y directivos”, mencionó.

 

El poder del amor y apoyo incondicional

 

Chrom quería quitarse la vida porque no la pasaba bien en su entorno social e incluso creía que si le contaba a su madre que era trans lo iba a correr de la casa, pero su vida se transformó, ya que en cuanto se lo dijo a su madre y recibió una respuesta positiva tanto de su mamá como de su papá, hubo un cambio.

Cuando él sintió que estaba acompañado eso le ayudó, aunque la sociedad era la que tenía problemas.

Su papá le dijo: “Nos tenemos a nosotros, los demás no nos interesan”

 

¿Cómo te acercaste a la Asociación por las Infancias Trans?

 

Cuando mi hijo me comentó que quería un cambio de nombre me acordé que existió el caso de Sofia, la primera niña trans menor de edad en obtener su acta de nacimiento y me acerqué a LEDESER (Litigio Estratégico en Derechos Sexuales y Reproductivos)

Ellas me orientaron, pero sí existieron algunas trabas, por lo que acudimos a los amparos.

 

Tratamiento médico

 

Chrom Alvis es el primer niño en el ISSTE a nivel nacional al que atienden como persona transgénero.

Como comenta María, afortunadamente no han tenido gastos en los que respecta el tratamiento médico.

 

¿Qué mensaje le dirías a las mamás con hijos transgénero?

 

“Yo creo que lo más importante es escucharlos, comprenderlos e informarnos. Porque normalmente no sabemos escuchar.

Debes amarlos, que no te preocupe el: ¿qué van a decir de mí?

Si no tienen recursos que no se preocupen porque hay clínicas que los pueden atender sin costo, por ejemplo, está la Clínica Condesa con servicios gratis, está el Seguro Social, el ISSTE, el hospital Federico Gómez con el doctor Molina. No hay pretexto para que no te puedan atender”, afirmó.

“Yo siento una felicidad porque confío. 14 años tuve una hija, ahora tengo la oportunidad que a partir de los 15 tengo un hijo, es la misma persona, yo no perdí nada”, finalizó.

 

Libros de

 

Marcela Ramón de Ciudad del Carmen ha luchado contra la discriminación desde hace varios años, pues es mamá de Alan de 3 años, quien tiene Síndrome de Down y de Sara, su hija transgénero de 15 años, quien a los 12 se lo dijo.

A lo largo de este tiempo, Marcela se ha dado cuenta de la falta de empatía de la sociedad.

“Son muchas cosas que uno vive siendo una familia diversa”, menciona.

Todo esto la ha llevado a informarse mucho y a acercarse a comunidades que acompañan a las familias como la Red de Familias Trans.

“Tú les ves los ojos y ves cómo les cambia la vida. Y te preguntas: ¿Por qué no lo hice antes?”, afirmó.

 

 

Acompañamiento a las familias

 

Marcela asegura que el acompañamiento es esencial, pues al ver a otras mamás sabes que no estás sola.

“El acompañamiento de las familias trans es algo que es fundamental porque cuando Sara me dijo que se identificaba con las personas trans, ‘la sacaron del clóset’, como dice ella, yo no sabía ni qué hacer, con quién ir, a quién preguntarle”, platicó.

Marcela cuenta que a un inicio no tenía claro qué era ser una persona trans que lo primero que pensó fue que su hija estaba confundida.

“Uno va con un psicólogo con ciertos prejuicios y lo primero que te dicen es que es una etapa y que es probable que es porque solo vive con usted, no tiene una imagen paterna”, apuntó.

A raíz de que Marcela no encontraba ayuda, decidió apoyar a Sara independientemente de lo que opinara el psicólogo en ese momento, el cuál en la última sesión llevó a una persona que había tenido una conversión.

“Platicando con esa persona podía ver que estaba frustrada y que tal vez hubiera sido diferente si su familia lo hubiera apoyado.

Encontramos a otra psicóloga y era la otra cara de la moneda. Me hizo ver que mi hija era trans, que era algo con lo que ella nació, que no tenía nada de malo y nos hizo el acompañamiento”, mencionó.

Fue cuando se dio cuenta que Sara tenía una depresión muy fuerte.

 

Salir del clóset

 

Sara supo que era Sara cuando tenía 11 años y al año se lo dijo a su mamá, cuando la psicóloga de su escuela la ‘sacó del clóset’, como ella menciona.

“Te das cuenta que no es un juego y diría Sara: Es que yo no elegí ser trans, yo nací trans”, platicó.

En agosto del 2017 ella les pedía que le llamaran por el nombre de Sara, pero hasta abril del siguiente año fue que la psicóloga me dijo que buscara apoyo.

“Pasó un año para que yo me diera cuenta que el ser trans no tenía nada de malo y que Sara necesitaba todo mi apoyo. Yo tuve que pasar por un duelo, me di cuenta que la vida de mi hija iba a cambiar en medida del apoyo que tuviera de mi parte porque no era algo fácil.

Le agradezco mucho a mi hija que me quitó la venda de los ojos y ahora veo a las personas trans de otro modo, son aliada, apoyo lo más que pueda porque sé todo lo que batallan”, dijo.

 

Bullying escolar

 

Marcela cuenta que Sara sufrió de bullying de los maestros y por lo mismo tuvo problemas con el subdirector que era transfóbico.

Todo esto la obligó a cambiarla de escuela, pero la historia era la misma.

“En la otra escuela a la que entró Sara, ella me pidió que preguntara en la escuela si podía llevar el uniforme de niñas y se nos negó. También cuando la conocieron les causaba conflicto llamarla por su nombre elegido y no lo querían hacer porque no tenía acta de nacimiento que validara su identidad”, mencionó.

A raíz de esto, Marcela empezó a buscar apoyo para aprender más sobre los derechos humanos de su hija.

“Yo pedí que la respetaran por su nombre elegido, que usara el baño y uniforme de niñas y que se le aplicara el reglamento de niñas y no me dejaban pese a las leyes, así que levante una queja en CONAPRED (Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación) porque, aunque ella no tenga un acta de nacimiento tienen que respetarla”, apuntó.

Este proceso ha sido muy cansado y complicado para ambas, pero Sara sabe que ella es la que no está mal, sino los demás.

“Mamá ya no me importa lo que piensen y lo que digan; yo sé que los que están mal son ellos, ellos no entienden”, dijo Sara a Marcela.

 

Ley de Educación

 

En octubre del 2019 hubo un cambio en la constitución y se crea la Ley de Educación que apoya a que se respeta la identidad de las niñas, niños y adolescentes.

En ese momento fue cuando Marcela regresó a la escuela a exigir los derechos de su hija Sara.

 

Ley de Infancias Trans

 

Actualmente, se están revisando los casos de adolescentes mayores de 12 años que cuenten con el apoyo de ambos padres para el cambio de nombre.

Como se sabe, el problema es que hay muchos menores de 12 que sólo cuentan con el apoyo de la mamá y quieren el cambio.

Lo ideal sería que no haya una edad mínima y que permitan que al menos un tutor le acompañe.

Por eso, tanto las organizaciones como las familias trans siguen a la espera de apoyo a las nuevas propuestas y legislaciones.

“Hay muchos niños y niñas que no quieren ser visibles y lo ideal para ellos es que desde chiquitos o chiquitas cuenten con su acta para entrar a primero de primaria sin preocuparse de nada”, finaliza Marcela.

De acuerdo con las estadísticas, del 1.6 al 2.3 de la población en general son personas trans, por lo que es de suma importancia que sus voces sean escuchadas.

Porque todas las niñas, niños y adolescentes merecen ser felices.

 

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