¿Qué es la hipogalactia? (escasez de leche materna)

Hace dos meses y medio, mi mejor amiga se convirtió en madre y, aunque se siente feliz de por fin tener a su bebé en brazos, no ha podido disfrutar al máximo de su nueva faceta como madre, debido que le ha costado trabajo producir tanta leche materna como quisiera. Su médico le dijo que sufría de hipogalactia, pero ¿qué es la hipogalactia? Si tu también has nota una insuficiente producción de leche materna, no dejes de leer esto...

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) recomiendan  a los niños al menos hasta los cuatro meses y, si es posible, hasta los seis meses, sin embargo, no todas la madres lo pueden llevar a cabo por diversos factores. Una de las razones más comunes por las que las madres suspenden la lactancia es que se percatan de que no producen suficiente leche materna. 

¿Qué es la hipogalactia?

La hipogalactia es es la producción deficiente de leche materna durante el periodo de lactancia.

De acuerdo con Mayo Clinic, las causas de la hipogalactia son varias, pero las más frecuentes son: esperar mucho tiempo para empezar a amamantar, no amamantar con la suficiente frecuencia, complementar la lactancia, una prensión ineficaz, una cirugía mamaria previa y el uso de ciertos medicamentos

Factores que aumentan el riesgo de la hipogalactia:

• Nacimiento prematuro
• Obesidad de la madre
• Presión arterial alta inducida por el embarazo
• Diabetes mal controlada

Cabe mencionar que si bien la mayoría de las madres experimentamos miedo a no producir suficiente leche materna para alimentar a nuestros bebés, la hipogalactia es poco común y se presenta con poca frecuencia. La mayoría de las madres producen un tercio más de leche materna que requieren y consumen sus bebés.

Para elevar tu producción de leche materna, los especialistas de Mayo Clinic recomiendan:

• Amamanta a tu bebé lo antes posible. Esperar demasiado para empezar a amamantar puede contribuir a un bajo suministro de leche. Mantén contacto con la piel de tu bebé inmediatamente después del nacimiento y tu bebé probablemente se amamantará dentro de la primera hora después del parto.
• Amamanta con frecuencia. Durante las primeras semanas, amamanta entre 8 y 12 veces al día, aproximadamente cada 2 o 3 horas.
• Verifica la prensión. Asegúrate de que tu bebé esté bien prendido y ubicado. Busca señales de que tu bebé está tragando.
• Está alerta a problemas de alimentación. Ofrécele ambos senos en cada toma. Está bien que tu bebé se alimente con un solo seno en una toma de vez en cuando, pero si esto sucede regularmente, tu suministro de leche disminuirá. Podrías sacarte la leche del otro seno para aliviar la presión y proteger tu suministro de leche hasta que el bebé comience a tomar más en cada toma.
• No omitas las sesiones de lactancia. Sácate la leche cada vez que omitas una sesión de lactancia para ayudar a proteger tu suministro de leche.
• Posterga el uso del chupete. Si decides darle un chupete a tu bebé, considera esperar hasta tres o cuatro semanas después del nacimiento. Esto te dará tiempo para establecer tu suministro de leche.
• Usa los medicamentos con precaución. Ciertos medicamentos disminuyen el suministro de leche, como aquellos que contienen seudoefedrina (Sudafed, Zyrtec D, otros). Tu proveedor de atención médica también podría advertirte contra ciertos tipos de anticonceptivos hormonales, al menos hasta que la lactancia materna esté firmemente establecida.
• Evita el alcohol y la nicotina. Beber cantidades moderadas a grandes de alcohol puede disminuir la producción de leche. Fumar puede tener el mismo efecto.

Si te sientes agobiada y tienes la sospecha de tener hipogalactia, no lo dejes pasar y acude un especialista en lactancia lo antes posible para que te diga qué hacer. ¡No te preocupes, no estás sola! A mí Me Lo Dijo Lola y ¿a ti?