¿Qué es el “slow parenting” y cómo ponerlo en práctica?

El ajetreo de la vida diaria hace que los adultos todo el tiempo estemos apurados y estresados, eso se refleja desde que nos levantamos.

Seguro no te has dado cuenta pero desde que te paras de la cama ya traes en la cabeza un sinfín de pendientes que quieres terminar lo antes posible, por lo que apresuras a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a tus hijos.

Sin embargo, esta práctica puede afectarlos en su desarrollo, pues ellos llevan su propio proceso a la hora desenvolverse en el mundo que los rodea.

Por tal razón existe una corriente de crianza llamada “slow parenting”, la cual se basa en respetar el ritmo de los pequeños en cuando a su desarrollo emocional y psicológico.

Esto quiere decir que ellos podrán avanzar en su aprendizaje sin presiones ni apuros, de manera que se sentirán más cómodos en cuanto a su desarrollo personal.

Aquí te doy algunos consejos para que pongas en practica esta técnica de aprendizaje que te aseguro tu hijo te agradecerá más adelante.

• No sobrecargues a tus hijos de actividades

Muchos papás inscriben a sus hijos a muchas actividades extraescolares para que tengan más tiempo de aprender de otras cosas o bien, porque los padres tienen mucho trabajo y no puedes hacerse cargo de los pequeños.

Sin embargo, esto no siempre hace felices a los niños, pues tienen menos tiempo para hacer su tarea, lo que les puede generar infelicidad y estrés. Además de que les limita su tiempo libre para poder jugar y descansar.

• No exijas que hagan algo que todavía no han aprendido

Los papás llevan tanta prisa en su vida diaria que muchas veces piensan que los hijos están envueltos en el mismo ritmo.

Debes dejar que tus pequeños disfruten de su crecimiento sin presiones, cada niño pasa por tu propio proceso en cada etapa de su vida, por lo que no debes presionarlo que haga alguna actividad que todavía no es un experto en realizarla.

• No arrastres a tus hijos en tu estrés

Es evidente que los menores no entienden el estrés que viven los adultos, por eso es fundamental que no los arrastres en tus presiones personales.

Cuando vivimos con estrés constante nos desconectamos de las necesidades de nuestros pequeños y dejamos de ser empáticos con ellos, por lo que se pueden sentir ansiosos al ver que los llevas a un ritmo que no conocen.

• Comunicación respetuosa

Aunque nos lleguemos a sentir muy estresados, no podemos canalizar todas esas emociones negativas con nuestros hijos.

Debes de ser respetuoso y paciente con el desarrollo de tu hijo, no hay necesidad de que les grites o les hables feo cuando quieras pedirles algo.

Debes de ser firme con las reglas y la educación que le brindas a tu hijo, siempre y cuando lo hagas con respecto. Recuerda que los niños imitan todo lo que hacen los papás.

• Dedica tiempo exclusivo para tus hijos

Durante la crianza es fundamental que encuentres momentos específicos para pasar con tus hijos, ya de que de esa manera ellos sentirán que los tomas en cuenta.

Busca hacer alguna actividad con ellos para que se sientan en confianza y puedan saber que cuentan contigo en todo momento.

¡Recuerda respetar los propios tiempos de tus hijos para que su desarrollo sea sano y ellos se sientan felices!