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Los bebés necesitan estar en brazos, es tan importante como comer

Los bebés necesitan estar en brazos, es tan importante como comer

Los bebés necesitan estar en brazos, es tan importante como comer Foto: iStock

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Cuántas veces nos dijeron como nuevas mamás la siguiente frase: “no dejes que se acostumbre a los brazos”. Pues qué crees, los bebés necesitan estar en brazos, es más, el contacto es tan importante para ellos como comer y dormir.

Los brazos de mamá y papá

Y es que desde su nacimiento los bebés reclaman estar cerca de sus papás, es instinto. Ellos requieren protección, cariño, calor y contención. No es capricho, se trata de una necesidad que le permitirá construir confianza y seguridad.  Buscan el contacto humano. Incluso, cuando están tristes o enfermos les aporta bienestar y es sumamente bueno para la curación.

¿Te has preguntado por qué en brazos se quedan dormidos y cuando los pones en la cuna se despiertan al instante? No es casual. Cerca del calor humano están tranquilos, se sienten a salvo.  

Piensa un poco, nuestros hijos pasan de un ambiente cálido y confortable, a un mundo nuevo y desconocido. Es lógico que de forma innata busque la protección que le garantice supervivencia.

El calor de mamá es muy importante

La teoría del apego

En 2017, Científicos de la Universidad Columbia en Canadá demostraron los efectos de la crianza con apego, a través del contacto físico: tocarlos, acariciarlos, abrazarlos.

Tras analizar el comportamiento de 94 padres con sus bebés y de tomar muestra de ADN, tanto a mediados de 2012, cuando inició el estudio, como 4 años y medio después, cuando se contrastaron los progresos, se encontraron diferencias moleculares entre los niños con “alto contacto” y los niños “de bajo contacto”, en cinco sitios específicos de su ADN, dos de los cuales estaban dentro de los genes: uno relacionado con el sistema inmunológico y otro con el sistema metabólico.

No tengas miedo de malcriarlos

Lo primero que pensamos es que si lo “hacemos dependiente a los brazos” estamos malcriando a nuestro bebé, pero tranquila. Durante los primeros meses de vida ellos necesitan contacto físico casi permanente, pero en la medida que van necesitando menos proximidad física. Hay que llevarlo por pasos, sin apresurarlos.  

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