¿Lomitos o michis? Elige la mejor opción para tu hijo

Afortunadamente, cada vez vemos más a las mascotas como parte de nuestras familias. En los últimos tiempos, los seres humanos (o al menos los que tenemos algo de conciencia) hemos aprendido a quererlas, cuidarlas y darles un hogar entre nosotros. 

Sobra decir que las mascotas no deben ser vistas como juguetes que se regalan y luego se botan porque a los niños ya les aburrieron. Así que si estás pensando en adoptar una para tu hija o hijo, es necesario que veas primero cuál le conviene, porque la idea es que viva hasta el final de sus días con una familia que la quiere y la protege.

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Niña con perro grande / Imagen: iStock

Perros, más sociables, para niños más activos

Los perros son seres más cariñosos, sociables y activos. Hay que sacarlos a pasear para que socialicen con otros perros y hagan sus necesidades. Según el tamaño del animalito, necesitan hacer más o menos cantidad de ejercicio, una razón más para sacarlos a pasear.

Son más dependientes que los gatos y no les gusta quedarse solos. Necesitan bastante más atención y cariño.

Así que si tu hija o hijo es del tipo activo, seguramente se llevará muy bien con un perrito. Lo que sí te aconsejo que observes es el tamaño de tu casa o departamento antes de elegir la raza. Un perro grande se sentirá incómodo en un departamento pequeño y por lo mismo va a requerir más salidas al día.

Niño pequeño con cachorro de gato / Imagen: iStock

Gatos, más independientes, para niños más desapegados

Si tu hijo es un poco más desapegado, más independiente, entonces te conviene mucho más adoptar un gato, ya que este magnífico animal no tiene problemas en quedarse solo durante horas (siempre y cuando le dejen comida suficiente) y tampoco es necesario sacarlo a pasear.

A diferencia de los perritos, los gatos no necesitan salir varias veces al día a hacer sus necesidades, siempre y cuando tengan su caja de arena en un lugar accesible.

Los gatos, al igual que los perros, son seres maravillosos, aunque quizá no expresen lo que sienten por sus humanos con la misma intensidad que aquellos.

Ahora que ya te conté todo esto, sólo me resta desearles muy buena suerte con la adopción del próximo miembro de la familia. Sólo recuérdale a tu hijo que, en mayor o menor grado, ya sea perro o gato, una mascota es un ser que requerirá cariño y atención, y el compromiso de adoptarlo es para toda la vida.

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