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Lo que las mamás quieren que sepas antes de visitar a un recién nacido

Lo que las mamás quieren que sepas antes de visitar a un recién nacido  Foto: *Pixabay

Lo que las mamás quieren que sepas antes de visitar a un recién nacido Foto: *Pixabay

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Antes de querer ir a

La llegada de un recién nacido representa una serie de cambios para la familia que lo acaba de tener. Tras estar los últimos meses planeando cuál será el nombre, cómo será educado, y hasta la decoración del cuarto, hay algo que muchas personas no contemplan: las visitas después del parto pueden llegar a ser molestas.

Si eres de los que corre al hospital o a la casa de la familia para ser el primero en conocer a ese bebé, te tenemos noticias: no lo hagas. No, no es que no queramos que seas de los primeros en darle la bienvenida a ese pequeño ser humano, pero es que muchas veces no nos detenemos ni tantito a pensar si realmente los padres quieren nuestra presencia. Por más que seas la abuela o abuelo, la tía o el tío de esa criatura o la mejor amiga de la mamá, no estás autorizado a llegar si no te lo pidieron.

No lo decimos nosotros, lo dicen las mismas mamás. Consultamos a cinco madres que recientemente tuvieron un bebé para que nos contaran qué es lo que más han detestado de sus familiares o amigos ahora que son madres. Algunas de ellas, además confesaron que no se atrevieron a pedir que se fueran las visitas de su casa u hospital porque se trataba de familia.

 

Y aunque muchas veces puedes actuar con buenas intenciones, no está demás empatizar con la madre y la familia. "Llegaron y yo estaba pasando por una crisis existencial de lactancia, hormonal y dolor y en lugar de salirse se quedaron a ver cómo lloraba y siguieron la visita (me puse a llorar en una esquina del cuarto)", nos cuenta una de ellas. "Cuando llegó el bebé no se salieron para que nos quedáramos solos, se los tuve que pedir y uno me contestó 'déjame me acabo mi cafecito'", agregó.

Otra de las cosas que les han sucedido es que comenten el aspecto físico de la mamá "te ves cansada" o, peor, pedirle a la mamá que les enseñe la cicatriz, si es que su parto fue cesárea. En pocas palabras, no comentar sobre el aspecto físico de la mamá, pero tampoco del bebé.

Es muy común escuchar "ay, se parece al papá", "míralo, igualito a que su abuelo", "tiene los ojos de la mamá", y la verdad es lo último que quieren escuchar. A lo mejor para ti es un comentario inocente y lo haces con buenas intenciones pero no es algo que necesiten escuchar.

Las mamás consultadas estuvieron de acuerdo en que llegar sin avisar es de lo peor que les puede pasar. La mayoría lo que quieren es descansar y disfrutar a su bebé no atender visitas inesperadas porque muchas veces llegan con más niños. Si no encontraste quién pueda cuidar a tus hijos, las mamás quieren que les consultes si puedes llegar con más niños porque por lo general las visitas no lo hacen.

"Durante las primeras semanas en mi casa lo que me molestaba era que mis amigos y familiares llegaran en grupos grandes y para acabarla con niños chiquitos que querían estar abrazando y tocando a mi bebé y con las manos sucias", nos comentó una madre primeriza.

Ya que tocamos el punto, lávate las manos. "Siempre ponerse desinfectante de manos enfrente de la mamá (aunque se hayan lavado/desinfectado las manos antes de entrar) la mamá necesita confirmarlo con sus ojos", nos comenta otra de ellas. Antes de querer tocar al bebé es fundamental que no olvides ese punto. Lo que nos lleva a otra cosa: pide permiso antes de cargar al bebé.

 

"A mí me molestaba que aunque la miraban dormida no les importaba y la agarraban para cargarla", nos cuenta otra madre que en marzo tuvo a su primera hija. No sabes el tiempo que les pudo haber costado que su hija o hijo se durmiera así que mejor evita acercarte si ves que ese bebé está disfrutando de sus horas de sueño y mejor aprécialo de lejitos.

Una visita no solo llega, conoce al bebé y se va, por lo general se quedan por lo menos una hora platicando, comiendo o tomando café. Ligado a eso está otro factor que las mamás quieren que conozcas: acomedirte. "Los adultos que me visitaban no se acomedían en nada, era difícil atenderlos mientras yo apenas estaba tratando de adaptarme a mi hija".

Y ya que estamos en eso de la acomedida, pues muchas veces las visitas llegan con regalos y regalos para el bebé, ¿y para la mamá y el papá? Gracias a ellos existe ese recién nacido, no está demás darles aunque sea un detallito.

A muchos les ilusiona la llegada de un bebé, pero debemos aprender a respetar el espacio de la mamá y la familia. No sabemos por el proceso que pasó para poder traer a su hija o hijo al mundo, o los esfuerzos físicos que tuvo, así que nada mejor que darles su tiempo y consultarle cuándo es prudente visitarla y atrevernos a preguntar si podemos hacer tal o cual cosa con su bebé.

Se publicó antes en The Huffington Post México 

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