Ninguna madre tendría que "disculparse" porque su bebé llore en el avión

La experiencia de viajar en avión con niños pequeños, especialmente bebés, conlleva no solo la preocupación por su bienestar y seguridad durante el vuelo, sino también la ansiedad y la vergüenza ante la posibilidad de que su llanto o comportamiento perturbe a los demás pasajeros.

Esta preocupación ha llevado a algunas madres a sentir la necesidad de disculparse por adelantado, incluso ofreciendo regalos como dulces, como si fuera un gesto de anticipación ante posibles molestias que sus hijos puedan causar durante el viaje. Sin embargo, esta tendencia ha sido cuestionada y visibilizada por la influencer en maternidad Paola Acuña, quien enfatiza que ninguna madre debería sentir la obligación de disculparse por el comportamiento natural de sus hijos, sea cual sea su edad.

Ninguna madre debería de disculparse

La publicación viral realizada por Paola Acuña a través de su blog "Mi vida de madre" invita a reflexionar sobre la necesidad de cambiar la percepción social que rodea a la maternidad en espacios públicos como los aviones.

En su mensaje, Acuña destaca que las madres no tienen la responsabilidad de complacer a los adultos que puedan sentirse molestos por el llanto de un bebé, sino de asegurarse de que sus hijos estén seguros y cómodos. Critica la idea de que las madres deban disculparse por existir con sus hijos y destaca que la prioridad debe ser el bienestar de la infancia, no el confort de los adultos.

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"Eso no es un “hermoso gesto” no es “empatía” tampoco “cultura de respeto”. Las madres no tenemos que disculparnos por existir con nuestras crías, nuestra obligación es mantener a nuestros hijos a salvo y cómodos, no a los cientos de adultos que viajan ahí y no entienden que un bebé llora en un avión por mil causas. Dejemos de normalizar y aplaudir el ADULTOCENTRISMO y empecemos a pensar en las infancias, si existen adultos que no saben regular sus emociones y se muestran molestos a los comportamientos naturales de la infancia, imagínate un bebé que nada sabe de esto. Dejemos de creer que las madres tenemos que pedir disculpas anticipadas por “incomodar”. Este gesto viene desde el miedo hacia una sociedad niño fóbica y materno fóbica. Además, recuerda que para relajarse y viajar tranquilo hay otros espacios, el avión es un medio de transporte donde todo puede pasar, desde adultos oliendo a alcohol hasta bebés y niños experimentando su primer viaje. Las madres nos vamos a ocupar de proveer lo necesario a nuestros hijos para que viajen cómodos, también la mayoría haremos lo posible porque viajen tranquilos (también deseamos un viaje en paz) los dulces que se los compren los adultos que consideren no tienen la capacidad de entender a los niños, hay muchos, incluso paginas donde promueven odio y mu3rte a las infancias (las mostramos en la semana). Si como madre sientes la necesidad de disculparte con el mundo por parir, entendemos de dónde viene, no es tu culpa, pero tampoco tu obligación. Niños fóbicos que vengan a insultar serán bloqueados, estamos cansadas y hartas del odio a nuestros hijos", escribió Paola Acuña.

La publicación de Acuña resalta la necesidad de dejar de normalizar y aplaudir una mentalidad adultocéntrica y niñofóbica, que pone en segundo plano las necesidades y comportamientos naturales de los niños. Argumenta que el miedo hacia una sociedad que rechaza a los niños y a las madres impulsa esta tendencia de disculparse anticipadamente, cuando en realidad no debería ser necesario. Además, señala que los adultos que no comprenden las necesidades de los niños son quienes deberían replantearse su actitud, en lugar de esperar que las madres pidan disculpas por el comportamiento de sus hijos.

Y en Me Lo Dijo Lola estamos totalmente de acuerdo, como madres jamás deberíamos disculparnos porque nuestros hijos, bebés o niños, lloren. Consideramos que es necesario cambiar la percepción social sobre la maternidad y la crianza, para priorizar el bienestar de los niños y dejar de lado el adultocentrismo y la niñofobia. Es momento de reflexionar y cuestionar las expectativas poco realistas que se imponen a las madres en la sociedad actual.

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