Enseña a tus hijos a decir gracias, por favor y buenos días.

La cortesía es un valor fundamental. Enseñar a nuestros hijos a decir por favor, gracias y buenos días, hasta en los días más difíciles, es un deber. Y no solo por civismo, sino por nuestro propio bienestar emocional.

Porque la gratitud es un estado interior que se propaga al exterior. Reconforta y potencia nuestras ilusiones y sueños.

Es cierto que en los últimos años ha existido la tendencia a no obligar al niño a nada. Estoy totalmente de acuerdo en muchas cosas y lo hemos platicado, por ejemplo, dar besos. Sin embargo, no podemos olvidar que los papás somos los que propiciamos la adecuada integración del niño con su mundo.

Enseñar a nuestros hijos a decir, buenos días, por favor y gracias no es obligarlos sino que les estás mostrando el poder del lenguaje.

Esas tres sencillas palabras son mágicas, es una actitud vital positiva que ayuda, incluso, a secretar una sustancia química llamada serotonina, la hormona de la felicidad. 

Decir gracias con una sonrisa, incluso decir gracias en nuestro interior puede cambiar muchas cosas.

Palabras que todos debemos acostumbrarnos a decir desde niños

La consciencia psicoemocional de un niño comienza entre los 3 y 6 años. A esta edad aprende todo lo que ve e incorpora conductas y acciones de sus papás, ya sea comunicación no verbal (gestos y movimientos), pero también frases, entonaciones y significados.

Es probable que al principio no entienda muy bien el poder de un por favor, un gracias o un buenos días, pero percibirá que con esas palabras se le abrirán muchas puertas. Se dará cuenta de forma inconsciente de lo que es la empatía, verá que gracias a ellas será más valorado y respetado.

¿Quieres más motivos para enseñarle a tus niños a decir estas palabras?

Si aún no te he convencido de enseñara tus hijos a decir gracias, por favor y buenos días, qué te parece si te digo que también es bueno para su salud. ¡Es en serio! Pedir las cosas por favor, ser agradecido y cortés de forma sincera tiene múltiples beneficios.

Aumenta la felicidad.
Ayuda a enfrentar de mejor forma el estrés.
Hace a las personas socialmente más inteligentes.
Mejora el ritmo cardiaco.
Sirve para fortalecer el sistema inmunológico.

No sé tú, pero creo que es una importante lección para nuestros niños. Seamos agradecidos, la mejor forma de que tus hijos aprendan es con tu ejemplo.