El peligro de crear niños inútiles

Por: Faby Hdz-Perez

Y no por nosotras como mamás, sino por ellos cuando crezcan. ¿Por qué lo digo? Les cuento. Tengo el caso muuuuuy cercano de dos “niños” que hoy aún a sus casi 15 años la mamá los sigue tratando como niños chiquitos: que si ya los ven feo en la escuela, va y los defiende; que si la maestra les dejó mucha tarea, va y le reclama porque sus “bebés” no pueden con tanto; que no son capaces de calentarse una tortilla, entonces se mueren de hambre si ella no les sirve y casi les da en la boquita; que son llevados hasta la puerta de la escuela en coche “para que no carguen la mochila” o hasta hace poco todavía ella los bañaba. Sí, a ese grado.

ejemplo de lo que NO debe hacer uno con los hijos.

un niño de 10 años ya sabe bañarse solo y, por lo menos, darle “inicio” al horno de microondas para calentarse una quesadilla.

Desde ese mismo instante juré jamás ser como aquella madre. Juré que yo no haría inútil a mi hija y que le enseñaría a hacer las cosas poco a poco. Sobra decir que jamás volví a mencionar una sola palabra respecto a cómo educaba a sus hijos. Hoy, los resultados saltan a la vista y no nada más de los cercanos, sino de las demás personas. Cuando le enseñé a Gore a “lavar los trastes”, no lo vi como “para que me ayude cuando esté grande”, no. Lo vi como “para que lo sepa hacer cuando yo ya no esté o cuando viva sola”. Quitarle los obstáculos del camino a un hijo sólo lo hacen entorpecerse aún más. Entiendan mamás: darle todo sin medida a un hijo es lo PEOR que podemos hacer.

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Otro desencuentro desafortunado

“El día que tú tengas hijos y hagan lo mismo, les dices lo que quieras y me cuentas si te hacen caso”. ¡Descolóooooon!

A tropiezos le enseñé que, si se le olvidaba el dinero para gastar en la escuela, ni modo, se vaya así. Que si pide dinero prestado lo pague, que recoja su uniforme y guarde en orden sus zapatos. Ni un solo peluche debe quedar fuera de la cama y las cobijas ni de chiste se doblan solas. Está acostumbrada a llevar su plato al fregadero y tiene que recoger el desbarajuste de juguetes cuando termina. Ella sola se cepilla los dientes, se limpia la cara y se desenreda el cabello por las mañanas, ¡faltaba más! ¡Se trata de su arreglo personal! El caso de Dany es un poco distinto: a sus 4 años pone la ropa sucia en su lugar y recoge juguetes, pero es imposible que se bañe solo (aunque ya le hace el intento) o se caliente de comer.

Hace poco Gore me dijo que ella quiere lavar su ropa. Claro, lo toma como juego porque todo lo hace la lavadora, pero me pareció buena iniciativa, así que le enseñé a separarla por colores y a decirle cómo remojar los calcetines para quitarles la mugre. Yo a los 8-9 años ya lavaba el baño y medio barría (¡que oooodio con toda mi alma!), guardaba los trastes y ayudaba en los mandados a mi señora madre, es decir, ella tampoco nos formó inútiles ni a mi hermana ni a mí. No digo que mis hijos son perfectos porque no lo son, pero al menos no los solapo en todo. Jamás tuve la oportunidad de decirle a aquella mamá que sí, que el día que mi hija me hizo un berrinche en la calle más o menos a la misma edad que su hijo, yo sí la controlé y me hizo caso, tal vez no a la primera, pero no lo volvió a hacer. Hoy, entre mi Gore de 7 años y ese “niño” de 15 hay una diferencia abismal: mi hija no tuvo una madre que la haya criado inútil, ¡eso jamás!

 

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de Melodijolola.com

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