El colmo de la tacañería

Sólo ese título se me ocurrió cuando escuché hablar a una de las mamás del grupo de Gore. Les cuento. Resulta que la semana pasada fuimos a comprar una especie de guía didáctica que la nueva maestra de tercero nos recomendó para que los chiquillos no perdieran el nivel que ya tienen, amén de que ella no estará al frente del grupo los primeros dos meses por una incapacidad maternal.

Ahí fui en pos de la dichosa guía y cuando llegué ya estaban varias mamitas haciendo lo propio. Nos habían pedido también que lleváramos 40 pesos para pagar dos meses de aseo del salón + 40 pesos para pagar la pintura que se usará para embellecer el lugar. El gran total (ya con la guía) eran 107 pesotes. ¿A qué viene a colación la cantidad? Bueno, pues que ese fue el graaaan problema con una de las mamás, casi casi se puso al tú por tú con la maestra y le sacó la cuenta POR DÍA de lo que se paga por el aseo.

Estábamos formadas en la fila la mamá de Dayan Berenice y yo cuando esta mujer (justo al frente de nosotras) se asomaba y veía la lista de la maestra, mientras le decía a una mujer adulta que la acompañaba que “nomás no me sale la cuenta”. La profesora la escuchó pero, de momento, hizo mutis. Ya cuando casi le tocaba su turno, nuevamente comenzó a refunfuñar que era muchísimo dinero por el aseo. La profesora la miró extrañada, pero no le mencionó nada. Comenzó a pagar la mamá de Iker David cuando esta mujer de pelos rojos medio despintados medio amarrados en un chongo rarísimo, pantalón de pijama de franela con estampado de ositos, camiseta deportiva y chanclas con calcetas, osó decir: “Maestra, ¿no se le hace que es mucho 40 pesos por dos meses para el aseo?”

La profesora se quedó un poco sorprendida, pero inició el siguiente diálogo:

-“Mamita, no sé a qué se refiere con exactitud, pero es por la limpieza de 60 días”, le dijo creyendo que con eso la santa mujer entraría en cordura.

Error.

-“No, maestra, no es por 60 días porque no se cuentan sábados y domingos, es decir que son 5 días efectivos por semana, por las 8 semanas son efectivamente 40 días”, le espeta segurísima.

-“Sí, justo así, está bien la cuenta”, le revira sin mayor detalle.

-“Por eso maestra, sería UN peso diario para la limpieza, ¿por qué nos cobran 40 pesos entonces?”, le dice en un tono ya rayando en la molestia.

-“Justo por lo que dice señora: si son 40 días a UN peso, son CUARENTA PESOS por dos meses, ¿cierto?”, le contesta satisfecha.

-“Pues no, maestra, no debería ser así porque nadie ocupa los salones y se paga el aseo, además el calendario dice que son 195 días pero hay que quitar los días de junta técnica de fin de mes, así que según mi cuenta son 190 días X 1 peso = 190 pesos, me quiere quitar 5 pesos y los de las vacaciones no se incluyen, así que no los pagaré”, le dice muy segura mientras le pone un billete de 200 pesos sobre el escritorio. 

- “Y deme mi cambio ya por favor”, remata.

¿¿¿ES NETAAAAA???

La verdad no sé cómo aguantó la maestra tal grosería. Imagino que aún no se reponía de la sorpresa porque faltaba lo mejor. Yo no me había dado cuenta de un detalle: le estaba pagando los del AÑO PASADO, es decir, no estaba peleando lo del curso, sino que fue de las mamás morosas que no pagaban sus 20 pesos mensuales y dejó que pasara todo el año escolar para hacer su mitote.

Pero cual no sería mi sorpresa mayor cuando reconocí a la mujer adulta: era la abuelita de Yoani Montserrat. Sí, la misma que alguna vez me dijo:

-“Quiero ver si la SEÑORA se presta para hablar del tema de un simple libro de colorear: este es el libro de mi Yoani Montserrat, está hasta roto y con muchas páginas arrancadas, está feíto su libro, pues, pero está así porque mi nieta NO ES EGOÍSTA, agarró el otro libro (el de Gore) porque se confundió, lo agarró para jugar y ya no lo devolvió. Mi nieta sí presta sus cosas y deja que las demás niñas hasta lo rompan, total, es un libro MUUUUUUY BARATO y no se va a andar peleando por eso, además su mamá le puede comprar hasta más caros”, dijo en aquel entonces henchida de orgullo.

¡Ah!, pues resulta que la mamá de Yoani Montserrat es la misma que según tenía harto dinero, la misma que estaba humillando a la maestra y repelando por 5 pesos del aseo. La misma que le enseña a su hija a quedarse con cosas que no son suyas, la misma que se burla de que en el salón habemos mamás responsables que sí llevamos a los niños a la escuela el 12 de diciembre y la misma que cree que humillando conseguirá lo que quiere.

La maestra se limitó entonces a darle los 5 pesos, anotar el nombre de la niña y a despacharla rápido. La otra se fue orgullosísima, nos volteó a ver de arriba abajo y se salió arrastrando las chanclas de pata de gallo. La profesora suspiró y dijo:

-“Presiento que tendré problemas con esa mamita… ojalá me equivoque”, sentenció esperanzada.

“Ay, maestra, lo dudo”, pensé para mis adentros, “ni sabe lo que le espera”.