Cómo bañar a bebés y niños en invierno para evitar que se enfríen

Con la llegada del invierno, bañar a los bebés y niños puede convertirse en todo un desafío para los padres. La preocupación de que puedan enfriarse fácilmente es común, pero con algunos cuidados y medidas adecuadas, el momento del baño puede ser una experiencia placentera y segura, incluso en las estaciones más frías.

Sabemos que la rutina de baño de los peques del hogar es una de las más importantes del día, pues no solamente es un momento de limpieza, sino que los ayuda a relajarse para la hora de dormir, sino que también activa ciertos estímulos sensoriales para su desarrollo personal.

Guía práctica para la hora del baño

Prepara el entorno:

Antes de comenzar el baño, asegúrate de que la habitación esté cálida. Cierra ventanas y puertas para evitar corrientes de aire frío. Calienta la habitación unos minutos antes y ten listas las toallas y la ropa para después del baño. Un ambiente cálido hará que el proceso sea mucho más cómodo para tu pequeño.

Agrega los juguetes primero:

Si utilizas juguetes en la bañera, colócalos en el agua antes de comenzar el baño para que no estén fríos al entrar en contacto con el bebé. Un pequeño detalle que puede hacer una gran diferencia en la experiencia de tu pequeño.

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Verifica la temperatura del agua:

Ajustar la temperatura del agua es fundamental. Utiliza un termómetro para asegurarte de que el agua esté tibia, alrededor de 37 grados Celsius. Evita el agua muy caliente para prevenir quemaduras y siempre verifica la temperatura con tu mano antes de introducir al bebé o niño en la bañera.

Baños rápidos y efectivos:

En invierno, la clave es realizar baños cortos pero efectivos. Limita el tiempo del baño a unos 10 minutos para evitar que los pequeños se enfríen. Utiliza ese tiempo para lavar y enjuagar rápidamente, manteniendo el enfoque en mantener una temperatura agradable.

Toallas calientes:

Calienta las toallas antes de usarlas. Puedes hacerlo colocándolas cerca de una fuente de calor, como una plancha o utilizando una toallita caliente. Al envolver al bebé o niño en una toalla tibia, les proporcionarás una sensación de comodidad y evitarás que se enfríen rápidamente.

Hidratación post-baño:

Después del baño, asegúrate de hidratar bien la piel del bebé, esta tiende a resecarse en invierno, así que opta por lociones suaves y nutritivas. Esto ayudará a mantener la piel de tu pequeño suave y protegida. Para que la loción no este fría procura entibiarla con tus manos o calentarla antes de ocuparla.

Vístelo rápido:

Una vez que hayas secado al bebé, viste a tu pequeño tan pronto como sea posible. Opta por prendas de algodón suaves y abrigadas. Siempre asegúrate de que estén secos y cómodos antes de salir de la habitación del baño.

¿Se enfrío mi bebé, qué hacer en caso de resfriado común?

La exposición al frío después del baño puede aumentar el riesgo de contraer un resfriado común, lo que podría resultar en infecciones nasales o de garganta, según información proporcionada por Mayo Clinic, un recurso especializado en salud.

Algunos de los posibles síntomas que pueden manifestar tanto niños como bebés incluyen congestión nasal, estornudos, tos, fiebre, pérdida de apetito y dificultad para conciliar el sueño. En casos de resfriado sin complicaciones debido a la exposición al frío, se estima que la duración típica es de 10 a 14 días. Es crucial recordar que, ante el primer signo de síntomas en tu hijo, debes visitar a tu medico de cabecera.

Bañar a los bebés y niños en invierno puede ser una experiencia agradable y cálida con los cuidados adecuados. Tomando nuestros tips en cuenta, puedes asegurarte de que tus pequeños disfruten de este momento especial sin exponerlos a temperaturas frías.

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