Cursos de verano, ¿sirven para algo más que cuidar a tus hijos?
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Niños jugando. Cursos de verano. Imagen: iStock
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Cada que van a empezar las vacaciones de verano, las mamás y papás que trabajamos (y no tenemos ese periodo vacacional) nos tronamos los dedos para decidir qué hacemos con nuestros hijos durante esos dos largos meses.
Los cursos de verano son las opciones más socorridas, ya que algunos ofrecen periodos de varias horas al día para mantener entretenidos a los niños.
Pero, además de que implican un gasto adicional, porque casi todos son de paga, ¿te has preguntado si de verdad sirven para algo más que para cuidar a tus hijos durante las horas en que estás trabajando?
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Para estimular la imaginación, la creatividad y la actividad física
Pues déjame decirte que, aunque obviamente esto varía de acuerdo con el curso de verano que elijas, en general tu dinero estará bien empleado.
Los cursos de verano ayudan a desarrollar estimular distintos aspectos cognitivos, sociales y corporales de los niños, por ejemplo::
Las habilidades sociales: tus hijos tendrán la oportunidad de ampliar su red de contactos más allá de la escuela, la familia y el barrio, y en una de esas forjan amistades que perduren mucho tiempo.
La creatividad artística: muchos cursos de verano incluyen clases de pintura, música, teatro o danza que ayudarán a tus hijos a estimular la creatividad.
La independencia y la seguridad en sí mismos: al igual que sucede con la escuela, los cursos de verano ayudan a que el niño desarrolle su independencia al tener que tomar decisiones. Así mismo, fortalecen su seguridad en sí mismos con los pequeños logros cotidianos.
Combinan aprendizaje y diversión: un buen curso de verano es el que proporciona a los niños y adolescentes la oportunidad de aprender cosas nuevas, siempre bajo la premisa de que es necesario divertirse porque, finalmente, también son vacaciones.
Actividad física: la mayoría de los cursos de verano incluyen actividades como natación, fútbol, volleyball, carreras, etc., que mantienen a tus hijos alerta y en forma física (pues las vacaciones suelen ser una época en que se ingiere mucha comida, casi siempre no saludable).
Ahora que has leído todo esto, ¿piensas que se trata de una inversión o de un gasto mandar a tus hijos a cursos de verano?
