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Cómo hablar con tus hijos sobre adicciones

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No hace falta decir que las adicciones son algo que afecta a casi todos de alguna manera, ya sea directamente a través de un miembro de la familia, o indirectamente a través del consumo de noticias que hablen sobre el tema. Los padres deben abordar el tema de las drogas y las adicciones con sus hijos, pero a menudo no saben cuándo o cómo hacerlo. Pero es inmensamente importante que lo hagan. 

Para ofrecer orientación, el sitio HuffPost habló con expertos en prevención y salud mental, como John Sovec, un terapeuta con sede en Pasadena, California. Te comparto lo que me pareció mas importante.

Hay que abrir la conversación, no es darles ideas sino herramientas de análisis y protección

"Los niños son mucho más inteligentes hoy en día, y las conversaciones abiertas y honestas ahora pueden sentar las bases para mantener las sustancias fuera de su futuro", dijo Sovec.

Con eso en mente, aquí hay nueve cosas que debes saber acerca de hablar con tus hijos sobre las adicciones.

1. Hazlo lo antes posible

No esperes a que las drogas lleguen para comenzar a tratar el tema con tus hijos.

"Lo importante es que esta es una conversación que debe comenzar mucho antes de que cualquier niño esté expuesto a sustancias", dijo Lindsey Prevost, directora de servicios de prevención del Consejo sobre el Abuso de Alcohol y Drogas para Greater New Orleans. "Puedes comenzar a hablar con los niños en edad preescolar".

Al comenzar la conversación temprana, los padres pueden inculcar la idea de que siempre serán un apoyo y que sus hijos pueden acudir a ellos con cualquier pregunta o inquietud. "Siempre puede funcionar el 'Te amamos y nos preocupamos por ti. Y si no sabemos la respuesta, está bien. Lo resolveremos'".

2. Mantén la conversación apropiada a su edad

Por supuesto que comenzar temprano no significa entrar en todos los rubros de las adicciones. Prevost enfatizó considerar la edad para tener esa conversación. "Con los niños pequeños o en edad preescolar, puedes iniciar la conversación simplemente diciendo: 'Oye, esta vitamina es muy buena para ti porque es muy importante para ayudarte a crecer, pero también es muy importante que nunca la tomes solo", explicó.

Es útil tener en cuenta que tomar demasiadas vitaminas o medicamentos podría hacerlo sentir que está enfermo.

"Puedes comenzar con la seguridad de los medicamentos, diciéndoles que solo porque ese sea el espacio para tener las medicinas familiares no significa que todos sean para él o ella, y que debe ser responsable en cuidarlo por lo que siempre debe preguntar qué hay ahí".

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3. Dejar que la conversación evolucione

Al entrar en la adolescencia, Sovec aconsejó a los padres que no nieguen cuánto están expuestos sus hijos a la noción de adicción y drogas.

"Es importante que las familias entiendan que está presente en la escuela y que es un lugar de riesgo. E incluso si no está presente justo frente a tu hijo o hija, está en las redes sociales y en las noticias que están viendo, por lo que están siendo expuestos a la historia de las adicciones a una edad mucho más joven de lo que los padres imaginan".

Teniendo esto en cuenta, es crucial fomentar conversaciones abiertas sobre lo que sus hijos ven, escuchan y leen. "Tal vez sacaron a alguien del salón un día porque fueron atrapados con drogas en su mochila. Esa es una oportunidad para preguntar qué saben al respecto y qué preguntas pueden tener al respecto", agregó Sovec.

"Esto los prepara para tener un lugar para hablar sobre las adicciones y las sustancias a medida que se hace más presente a su alrededor".

4. Explicarlo de una manera que ellos entiendan

Usar una metáfora puede ayudar a explicar a los niños pequeños el concepto de adicción o abuso de drogas. Sovec dio el ejemplo de un plato de galletas en una mesa. "Para algunas personas, pueden tomar una galleta, comerla y estar bien, pero algunas personas pueden tomar todo el plato de galletas porque no pueden detenerse. Y luego, cuando han comido todo ese plato de galletas, no se sienten bien. Eso es algo más familiar para la experiencia de un pequeño".

Prevost dijo que cuando su agencia explica la ciencia del cerebro detrás de la adicción a los niños, la relacionan con las experiencias cotidianas. "Preguntamos: '¿Alguna vez has estado corriendo afuera en un día caluroso y te has sentido muy sediento? ¿Y luego tomaste un sorbo de agua refrescante y te sentiste bien?, ¿O has estado tan cansado, que ya no podías mantener la cabeza erguida, y luego pones la cabeza sobre la almohada y te sentiste tan bien?".

Nuestros cerebros están diseñados para reforzar las cosas que son buenas para nuestra supervivencia, por lo que nos recompensan cuando hacemos estas cosas haciéndonos sentir bien, explicó Prevost.

Sin embargo, cuando alguien desarrolla una adicción, esas cosas que solían hacer que se sintieran bien ya no se comparan con cómo se sienten cuando consumen una droga.

La honestidad es primordial para hablar con tus hijos sobre drogas y adicciones

5. Sé honesto

La honestidad es clave cuando los padres tienen conversaciones con sus hijos sobre las adicciones. "Cuando intentamos ocultar las cosas a los niños, ellos saben que algo está pasando", dijo Sovec.

"Y si no validamos esa información ni explicamos cómo se ve la adicción en una persona, familia o comunidad, les estamos haciendo un hueco en su propio desarrollo personal".

Prevost señaló que muchos padres se sienten reacios a hablar con sus hijos sobre las drogas si ellos mismos las han usado en algún momento. Pero todavía es posible tener una conversación constructiva sin ocultar la verdad.

Los niños confían en la credibilidad y pueden saber si les estás mintiendo.

"Su hijo puede preguntar: '¿Alguna vez has hecho eso?' Y puedes ser honesto hasta cierto punto. No tienes que revelar cada detalle de lo que te ha pasado, pero los niños confían en la credibilidad y pueden saber si les estás mintiendo", comentó.

"Es importante ser sincero cuando sea apropiado", continuó. "Así que puedes decir: 'Sí, lo intenté y no fue una gran experiencia, y me han pasado muchas cosas malas. O me pasó algo malo y quiero asegurarme de que no tomes la misma decisión ahora que sabemos mucho más sobre las sustancias y cómo funciona el cerebro".

6. No uses tácticas de miedo

Prevost recordó ser joven y escuchar mensajes preventivos de un oficial de policía durante una asamblea escolar en quinto grado. "Nos dijo que íbamos a morir o ir a la cárcel si usábamos drogas, y vi lo mal que funcionó", dijo.

"Asustar a los niños no funciona. Puede funcionar al principio cuando son muy pequeños, pero una vez que ven a alguien que usó y no fue a la cárcel o murió, perdió su credibilidad".

7. Aclara que es una enfermedad

"Es importante enfatizar que si alguien es adicto, eso no lo convierte en una mala persona. Significa que están enfermos", dijo Prevost, cuya agencia trabaja para combatir el estigma de la adicción como una falla moral o un defecto de carácter.

Ser adicto es una enfermedad, y aunque puede ser difícil recuperarse de ella, la gente puede mejorar. Sólo necesitan buenos médicos y apoyo para tratarlo, agregó.

Los padres no deben olvidar que un adicto está

8. Ten recursos a la mano

Prevost destacó algunos recursos para padres cuando se trata de drogas y adicciones, incluido el sitio web de Partnership for Drug-Free Kids, que contiene guías para padres, videos explicativos e incluso una línea directa de apoyo.

Si los padres de un niño u otro miembro de la familia inmediata con quien tienen contacto regular se enfrentan a una adicción, también es importante ofrecer asesoramiento y apoyo a ese niño, anotó Sovec.

"Es vital que los niños entiendan que no es su culpa porque a menudo surgirá la culpa, especialmente cuando todos los miembros de la familia guardan silencio", explicó.

9. Escúchalos

Las adicciones puede parecer un tema abrumador para un niño pequeño, por lo que puedes dejar que dirijan gran parte de la conversación.

"Si tienen preguntas las harán", comentó Ericka Hofmeyer, terapeuta y directora clínica en 5 Residential Treatment Center en Los Ángeles. "No tienes que empezar por contarles los detalles elaborados de la enfermedad de la adicción. Puedes empezar de una forma muy sencilla".

Hazles saber que estás ahí y que si cometieron un error pueden recurrir a ti para platicar.

Si un niño parece confundido o abrumado por la noticia de que un familiar cercano está buscando tratamiento para la adicción, Hofmeyer comentó que es mejor enfatizar que el ser querido está seguro y que va a un buen lugar para trabajar en algunas cosas.

"Asegúrate de mencionar que aman al niño", dijo. Incluso si no es un miembro de la familia, los niños pueden acudir a sus padres para preguntarles por un cantante o actor favorito que se enfrenta a una adicción o que incluso haya muerto.

"Eso puede ser realmente molesto para los niños", dijo Prevost. "Pero es un buen momento para hablar sobre cómo muchas celebridades están en el centro de atención y bajo mucho estrés, y en ocasiones toman la desafortunada elección de comenzar a usar sustancias para sentirse mejor, lo que no siempre funciona".

Debes dejar que tus hijos pregunten y ser abiertos a esas preguntas.

A lo largo de estas discusiones, los padres deben tomar nota de cómo están respondiendo sus hijos, dijo Sovec. "Algunos niños procesan las cosas muy claramente y pueden regresar con más preguntas. Pero si notas que has comenzado a crear ansiedad en tu hijo, ese es un momento para hacer una pausa y decir: 'Me doy cuenta de que esto es abrumador. Podemos hablar de esto más en el futuro".

En última instancia, lo crucial para los padres es comenzar la conversación difícil y establecer que están ahí para sus hijos. "Hazles saber que estás ahí y que si cometieron un error pueden recurrir a ti para platicar. Te voy a escuchar", dijo Prevost. "Y luego dejen que ellos hablen".

 

 

Este artículo se publicó originalmente en HuffPost.

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