La última "trastada" del ciclo escolar

Fue justo la que (en apariencia) nos aplicó el director de la escuela de Gore, lo que supusimos que afectará a los pequeños pupilos que ahora pasan a tercer año. Les cuento. Resúltase ser quéeee nos avisaron el martes por la mañana que ya nos habían asignado profesora para el siguiente ciclo, a las 10:40 el mensaje implacable arribó al grupo whatsappero:

Mamita vocal (de pasada, mamá de Iñaki Mauricio):

-“Buenos días padres de familia esté mensaje es para avisarles qué nos asignaron para 3ro a la maestra Alejandra… La inconformidad de varias mamás que estuvimos hoy presentes, es que la maestra se va de incapacidad por su embarazo”

De entrada, no tendría nada de malo que la profesora diera clases embarazada, no es discriminarla por eso, el punto central es que estaría los tres primeros meses de baja maternal y tendríamos que esperar a que llegue un suplente para que los chiquillos no se queden sin ir a la escuela. Entendí la inconformidad de varias mamás y me uní a la causa, porque se fueron develando más circunstancias que hacían que esta situación no fuera tolerada. En primer año (ese que Gore perdió en la otra escuela chafa) resulta que el grupo lo perdió también por dos situaciones: el temblor del 19 de septiembre y que su maestra se fue de incapacidad justo por embarazo.

Ahí entendí que lo que querían evitar las fúricas mamás era repetir la historia, más cuando al director ya se le había expuesto que los niños venían de este caso. El asunto fue que el revelarse que la maestra Alejandra se quedaría en el grupo ¡ardió Troya! Apoyé desde mi trinchera a las mamis y acordamos apersonarnos ayer por la mañana. Nos citamos a las 8:00 AM para agarrar al director a la entrada y que no fuera cuando empezaran las preinscripciones (un caos, por cierto).

Para hacer el trámite nos citaron a las 8:30, así que ilusamente creímos que con media hora tendríamos para que nos dieran solución. Llegamos y la subdirectora no abría la puerta, así que en cuanto salió una mamá despistada aplicamos el portonazo y nos metimos. Llegamos hasta la dirección y ¡oh sorpresa! El director no estaba, “fue a una cita médica hasta San Juan de las Pitahayas y quien sabe si venga”, nos dijeron. Eso bastó para que la veintena de mamis y papis quisieran hacer motín. La subdirectora jamás nos dio la cara, así que cuando el reloj marcó las 8:30 en punto se abrieron las puertas de par en par para que toooodas las demás mamás entraran a preinscribir.

Nos pusimos de acuerdo: 3° B NO preinscribiría como una forma de presión para que cambiaran a la maestra Alejandra por el profe Jorge. Estábamos tan enfebrecidos por lo sucedido que no pensábamos con claridad. Otras mamis de nuestro grupo tienen más niños en la escuela, así que se fueron a formar para anotar a sus otros vástagos. El primer contingente comenzó a disminuir. Ya no éramos 20, quedábamos como 12 a lo mucho. Una mamá fue subrepticiamente a indagar lo que se podía hacer. Regresó y nos dio el pitazo: “Vayamos a la Supervisión, él es el jefe del Director y nos tiene que dar respuesta”. Llegamos casi casi con las antorchas preparadas, pero ya no íbamos 12, sino que quedamos reducidos a unos 6-7 padres de familia. Ahí fue cuando me di cuenta de que estábamos rayando en el absurdo.

Padres (un poquito) exagerados  

¿Por qué comencé a ver lo absurdo del asunto? Cuando empezaron a decir: “No vamos a preinscribir nadie ni a pagar la cuota voluntaria, si se va todo el grupo, todo el 3° B, iremos hasta la SEP para que nos asignen al maestro Jorge y de que lo hacen, lo hacen”, ese era el clamor popular. A ver, no, señoras, hay un proceso: está el Director, luego el Supervisor, luego la Coordinadora de Zona, después la Dirección General de Escuelas y como por ahí del quinto o sexto escalón está la SEP que ni las va a tomar en cuenta por algo que se tiene que resolver al interior. 

Total que el Supervisor nos dijo eso mismo y una mami sensata dijo lo que nadie se había puesto a pensar: “Mamás, la decisión ya está tomada, lo que deben hacer es buscar soluciones: como tratar de que llegue antes el suplente o de que la profesora también opine”. Ahí me cayó el veinte, pero seguíamos en pie de guerra, así que nos mandaron decir que el Director llegaría en una hora más. Fui a dejar a Dany al kínder, firmé de volada su evaluación, pasé a casa de mi señora madre a desayunar de a rápido y a las 10:10 ya estaba yo de regreso otra vez en la escuela.

Ahí me encontré a 8 mamás y un papá que ya estaban preinscribiendo a sus hijos (contando a la mamá sensata), pero cual va siendo mi sorpresa que estaban las que organizaron no pagar ni dar los papeles de los niños. Me saqué de onda. ¿Tons? ¿Qué pasó? “No, mami, la junta será hasta mañana a las 11, usted sabrá si quiere preinscribir, si no pues ya mañana viene y lo hace”, ¿¿¿MAÑANAAAAA??? ¡Imposible! ¡No puedo faltar a mi trabajo! Si ya de por sí iba tardísimo, no podía darme el lujo de dejar el trámite para otro día, así que hablé con la profesora y me tranquilizó lo dicho por ella: “Les decía a las otras mamás que yo les propongo trabajar con el/la suplente con mi esquema de trabajo y retomarlo en cuento regrese, me comprometo a darles seguimiento aun a la distancia y hacer que funcione”. Le creí porque no cualquiera se compromete a trabajar en su incapacidad. Procedí a hacer el trámite (que me llevó como 40 minutos) y en el grupo whatsappero empezó el aquelarre:

-“Buenos días mamitas una pregunta si se van a dar los papeles o no? Según se acordó no entregar documentación para preinscribir y el día de mañana se tendrá una reunión con el supervisor y el director a las 11 am para llegar a una solución sobre el maestro que dará clases a nuestro grupo”

-“Entonces mañana a las 11:00 okey, fui a preguntar y varias mamás si preinscribieron  Yo creo que tenemos que apoyarnos todos como grupo”

Las otras se siguieron con el “sí cierto, traición, eso no se vale” y bla, bla, bla… así que me animé y escribí:

“Mamitas, éramos como 9 mamás y un papá, y se nos dio la libertad (como todo) de decidir si preinscribir o no de manera individual dado que (a final de cuentas) es un trámite que debe realizarse. Quedó en cada mamá el hacerlo (en mi caso lo realicé porque mañana no puedo faltar a mi trabajo y no tengo pensado cambiar de escuela a mi hija), sin embargo, Y OJO AQUÍ: el hecho de preinscribir NO quiere decir que se acepte tal o cual condición, es decir, se puede llegar aún al arreglo de cambiar a la maestra por otro de algún grupo más avanzado o de que se aplique lo propuesto por la profesora actual. El hecho de que las mamás y el papá presentes hayamos preinscrito, no quiere decir que no apoyemos el punto común de esta situación, sino que respondió al hecho de cada uno tiene algún otro compromiso, ya no se puede presentar mañana o está de acuerdo en que sea la maestra Alejandra la que se quede, es decir, hay varias opiniones y todas son respetables, no vamos a juzgar ni a crucificar a las que sí hicimos el trámite porque ya no podemos realizarlo el día de mañana. Buen día para todos!!!

Como que creo que nadie me entendió porque una respondió:

-“Soy profesora y la SEP no cuenta con la planilla de profesores embarazadas... Eso es un trámite que hace el director una vez que tiene la incapacidad de la maestra.. No se dejen llevar, no preinscriban, hagan presión y si lo cambian”

Ya no dije nada. Obviamente hoy no acudí a la junta y como a eso de la 1 se me ocurrió preguntar en qué habían quedado: 

-“Hola mamitas, buenas tardes, podrían compartir el acuerdo al que llegaron hoy con el director, respecto a la situación del grupo??? De antemano, muchas gracias!!!”

Hasta la hora que escribo esto nadie me respondió, todas en dignas ellas, así que le escribí al profe Jorge (con toda la pena del mundo):

-“Buenas tardes, profesor, lamento molestarlo. Hoy no pude acudir a la reunión de los papás con el director por el tema del grupo, no sabe usted a qué acuerdo llegaron??? Sucede que pregunté desde hace más de dos horas en el grupo y nadie ha respondido... imagino que están molestas porque ayer varias mamás (incluyéndome) preinscribimos a nuestros hijos... sólo quiero saber en qué quedaron :)”

-“Hola Señora buenas tardes. No se preocupe no es ninguna molestia. El supervisor y el director acordaron con los padres de familia que llevarán seguimiento para que el maestro suplente llegue desde el primer día de clases, acuerden el plan de trabajo a seguir con la profesora Alejandra y en noviembre ella retomará al grupo. Hoy ya hicieron el trámite los demás, aunque sí estuvo más tardado el proceso”

O sea, justo lo que la mamá sensata dijo: “Es una decisión tomada, mejor enfóquense en ver la solución, no en generar otro problema”. Ya que lo veo así, ayer simplemente hubiera ido a preinscribir y las 8:45 AM hubiera estado fuera de todo ese embrollo. Ahora sólo espero que la maestra Alejandra trace su plan de trabajo y se aplique a rajatabla. Ya quiero comprobar su fama de exigente, estricta y excelente profesora, tanto que los de 5° A nos la querían cambalachear por el profe Jorge. ¿Qué cosas, no?