Ya acabó la cuarentena...

Por: Annie Barrios

¡Wuhu! Ahora que la cuarentena es cosa del pasado, empiezo a sentir que mi vida va agarrando ritmo otra vez! Yo suelo ser una persona muy optimista y alegre, pero acepto que en esta transición,  no todos los días pude estar de happy face… han habido momentos estresantes y agotadores, y veces en las que me encontraba sentada en mi sillón, dándole de comer a este pulgosito pensando: “¿Cuándo voy a volver a ser yo?” Y claro está que me entró el drama de repente, jajaja –¿leíste mi nota la semana pasada?- Pero hoy me siento feliz, veo ya la luz al final de este túnel llamado tener un bebé recién nacido. 

Creo que le voy agarrando la onda a este nuevo ritmo de vida (acostumbrarte a dormir de dos en dos horas no es tan fácil, créeme), pero ahí voy…y siento que mi bebé también me ha agarrado la onda a mí. Se oye chistoso, pero ya me ve con una mirada de “te conozco” y sobra decirte que me desvivo con esas miradas, ¿verdad?

Esta semana el chiquitín cumplió dos meses ya, y sí que es un mundo de diferencia, empezando por su tamaño. ¿Te acuerdas que te conté que pesó 2.575 gramos cuando nació? Pues ya lo duplicó, y para una mamá primeriza es realmente sorprendente ver la evolución de un bebé, lo rápida que va siendo, y cómo, en un abrir y cerrar de ojos, éste ya cambió de talla de pañales, detiene su cabecita y rellena su ropa sin parecer un costalito. Es padrísimo ver cómo disfruta la hora del baño, y con qué emoción come; porque en eso salió a su madre, ¡le fascina comer! 

Y así poco a poco el bebé se va adaptando al mundo, y por eso decidí yo reincorporarme a él; era inevitable sentirme desconectada. Espero no me malinterpretes, he estado disfrutando al máximo ser mamá, y creo que lo he llevado muy bien (jajaja me auto-aplaudí ¿viste?). Pero mi reto ha sido a nivel personal,  ¡así que ya me puse las pilas! Empecé a leer un nuevo libro, me fui a cortar el pelo, he salido a pasear y por fin regresé al gimnasio después de tantos meses; digo, parecía novata y me sentía como extraterrestre ahí, pero al final lo disfruté, y aunque estoy completamente adolorida después de sólo media hora en la caminadora, me siento lista para lo que viene. Por lo pronto ya te dejo que me voy volando al pediatra, deséanos suerte le van a poner sus primeras vacunas.