Mitos y realidades de la lactancia

Cuando somos mamás primerizas son muchas las dudas que nos asaltan, porque anhelamos que nuestros hijos crezcan sanos y fuertes, y nos preocupa que hagamos algo mal. Sobre todo cuando estamos empezando: desde  cuál es la mejor manera de amamantarlos hasta cuando debemos dejar de darle leche materna.

Como ya pasé por eso y muchas de mis lectoras me lo han pedido, les comparto algunos de los mitos más comunes y sus respuestas:

1.A los bebés se les debe de dar pecho cada vez que lo pidan: VERDADERO

Aunque el promedio de tomas que hace un bebé es de entre 8 a 12, si un bebé te “pide” darle más veces no debes negárselo; sobre todo en las primeras semanas en que su estómago es pequeño y necesita de dosis más reducidas. Conforme pase el tiempo serán menos tomas pero con mayor cantidad.

2.Si la mamá está enferma no puede dar el pecho: FALSO

A menos de que sea una enfermedad tratada con cierto tipo de antibióticos y a indicación del doctor, no debes dejar de darle el pecho a tu hijo.

3.Cuando no se puede amamantar la fórmula infantil es la mejor alternativa: VERDADERO

Son raras las ocasiones en que sucede esto, pero si se presenta la situación, tu médico debe asesorarte y verifica si la técnica de lactancia es la adecuada.Si existe un problema detectado por tu doctor, este puede prescribir una fórmula que aporte los nutrientes necesarios - como carbohidratos, vitaminas y minerales- para su sano desarrollo.

4.No todas producen suficiente leche: FALSO

A menos de que se te presente un cuadro médico muy fuerte que no te lo permita, todas las mamás tienen la capacidad biológica para generar leche materna suficiente; si sientes que no “sale” suficiente tal vez se deba a la posición en que coloques a tu bebé, o a la fuerza con la que éste succiona tus pechos

5.Debes comer más lácteos para tener más leche: FALSO

Hay un mito muy común que dice que para producir leche materna de “mayor” calidad lo ideal es que se consuma más lácteos. En realidad lo que uno debe hacer es mantener una dieta equilibrada y sana, que incluya frutas y verduras; además, debes tomar suficiente agua para tener un cuerpo con sus funciones vitales en perfecto estado, y que no se afecte la producción de leche.

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