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Mi panza (parte 1)

El embarazo de Annie

El embarazo de Annie

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Por Annie Barrios

Con el paso de los meses, mi panza ha ido cambiando de manera increíble, es un hecho que de un día para otro te despiertas con una pancita ya salida y poco a poco, ésta se va convirtiendo en gran parte de ti. 

Pero ni tú vas notando esa transformación tanto como las personas que no te han visto en algún tiempo; ¡es divertidísimo ver su reacción! Porque lo más curioso es que cada persona lo ve de forma completamente diferente; a mí me han dicho de todo. En el mismito evento alguien me dijo que qué chiquita era mi panza, que no se notaba nada… minutos después otra persona (con cara de shock total) me saludó diciendo “¡Annie! Estás enorme! ¡Parece que ya lo vas a tener ahoritita!”

¡Aaaa!, porque esa es otra… estar embarazada e ir feliz con tu pancita por la vida, le da derecho- de manera automática- a las personas a comentar tu tamaño,  tu complexión, tus ojeras, tu pelo, tus uñas, tu cara…¡todo lo que se les pueda ocurrir! ¡Hasta preguntarte, sin discreción, cuántos kilos has subido, en plena comida rodeada de gente todos esperando a oír tu respuesta! ¿Cuándo le preguntarías eso a alguien si no está embarazada? 

Y es que es como una llave que les damos para que hablen a gusto de cómo nos vemos ese día, si nos aprueban o no. ¡Y no olvidemos a las hormonas! Un día puedes tomarlo con mucha gracia y otro día querer golpear a la que te está diciendo que “hoy sí te ves muy embarazada”. 

A mí si me han dicho de todo: que ese día me veo cansada –ok-; que ese outfit me hace ver más gordita –gracias-; que qué curioso lo rápido que engordé al principio –mil gracias-; que qué “simpática” me veo taan panzona, que si tengo náuseas porque estoy medio amarilla, que se nota que estoy hormonal ese día, que bla bla bla; peeero no todo es así, también he notado que la gente te echa porras y lo hacen con todo su cariño, porque verte así es nuevo para ellos y los conmueve… 

Porque estar embarazada es eso, es una etapa de cambios, de transformaciones, pero no sólo porque crece tu panza (y un poco tus cachetitos), sino que es un momento muy femenino y único que hay que disfrutar al máximo, tomarse fotos con la panza, sacarla y presumirla orgullosamente, porque todo se pasa tan rápido que estoy segura en algún momento hasta la voy a extrañar.

 

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