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Annie: Mamá Primeriza. ¡Ya está la comida!

Annie: Mamá Primeriza. ¡Ya está la comida!

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¿A poco no es el típico grito de una mamá? "¡A comeeeer!" Relájate Annie todavía te falta mucho para andar llamando así a tus criaturitas... Sí sí, pero a mi bebé ya puedo decirle: ¡ya está la comida! ¡porque este gordito ya come papillas!

OK, te entiendo, no está tan emocionante mi noticia peero, para una mamá novata sí es.

Fuimos al pediatra el día que el bebé cumplía 6 meses, y sugirió ya darle frutas y verduras para que se vaya acostumbrando. Era miércoles, pero el suceso fue hasta el sábado ¿por qué? Pues porque ambos papás queríamos estar presentes ante tal acontecimiento. Me desperté emocionadísima, puse su sillita, saqué un baberito y escogí con emoción cuál cuchara iba a ser la primerita (y neta, da igual qué cuchara uses, pero ya ves una que se emociona con cosas tan simples...)

Teníamos la cámara preparada, el bebé muy sentadito y bueeno foto con él, foto del plátano que se iba a comer, sonrisas por todos lados, y taraaaan llega el momento estelar... Le doy una cucharadita, la saborea, hace caritas y lo escupe. Fin.

Mi esposo -rayado también con el momento- estaba atacado de risa diciendo que las caritas que tenía que sacar en la foto eran las mías, babeando viendo al bebé cómo saboreaba comida por primera vez. ¡Con un orgullo...!

Nos tomamos la foto familiar en la cocina, en pijama, con el bebé lleno de plátano, y tan tan. De ahí a su leche que lo hace tan feliz. Y ok, acepto no fue el gran evento, pero no sabes lo padre que fue para mí verlo. Ahí sentadito, peinadito (por aquello de las fotos), sonriendo. Tan chiquito y tan grandote a la vez. Y yo pensaba en la confianza que te tienen los hijos...  no tienen idea lo que van a probar, es algo totalmente nuevo, pero se los estás dando tú y por eso abren su boquita. Ya después el sentido del gusto entra en acción y sí les latió, ¡buenísimo! Si no, pues lo "mastican" con cara de what y luego lo escupen. Como nos fue con la calabaza después...

Lo divertido está en ir viendo cómo va creciendo, y sus cambios de un día para otro. Es increíble ver como ya se sienta, interactúa, se carcajea, se enoja; va demostrando su personalidad y sus gustos... Padrísimo ver a esta cosita diminuta agarrando su biberón, ya comiendo, saboreando.. Aunque no todo es rosa, y este cambio tiene sus "contras", porque cuando la euforia ya pasó, te das cuenta que esto significa mucha más chamba y, a parte, gracias a que ya come sus "frutitas y verduritas".... ¡No te cuento lo que es su pañal! ¿O si quieres que te cuente? ¡Próximo miércoles! ¡Aaa verdad! Jajaja

¡Gracias por leerme! Un beso lleno de plátano de parte de mi bebé para ti.

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