¿El maquillaje nos hace sentir más inteligentes?

Científicos de la Universidad de Harvard le llaman el efecto lipstick. Dicen que el maquillaje eleva la autoestima de las mujeres, ayuda a que tengamos más confianza en nosotras mismas y, por consiguiente, nos hace sentir más inteligentes y tenemos mejor actitud. ¿Será? 

Los investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard  y de la Universidad de Chieti pusieron a prueba el efecto lipstick en estudiantes de su comunidad y confirmaron el hecho de que también podría llevar a las estudiantes a mejorar sus calificaciones.

Este beneficio cognitivo, aseguran, es psicológico pero efectivo, pues se descubrió que el uso de cosméticos puede hacer que la mujer perciba un “realce general de la personalidad.

“Encontramos un efecto significativo del maquillaje en un rendimiento de prueba de opción múltiple”, escribieron los investigadores, liderados por Rocco Palumbo, doctor en neurociencia cognitiva de la Escuela de Medicina de Harvard en el artículo publicado en la revista Psicología Científica.

El efecto lipstick ha sido muy criticado

No es la primera vez que se encuentra relación entre el uso del maquillaje y una mejor autoestima femenina. Sin embargo, el llamado efecto lipstick ha sido duramente criticado por la comunidad científica por considerarlo sexista y hasta falso. 

La principal crítica es de Julie Nelson, de la Universidad de Massachusetts, Boston, quien ha descalificado por completo los estudios que relacionan el efecto lipstick con el éxito de las mujeres.

Esto fue lo que dijo sobre un estudio que establecía relación entre el maquillaje y enconntrar pareja: “Son hallazgos demasiado generales que solo refuerzan los estereotipos sobre la vida de las mujeres y su valor social, centrándose su atractivo para los hombres”, dijo sobre aquél estudio.

En cuanto a esta investigación que relaciona el maquillaje con mejores calificacionones, Nelson explicó al sitio ABC: “Fue hecho con mujeres jóvenes que no buscan pareja, no está claro si las mujeres mayores, las casadas, las lesbianas o las mujeres de otros niveles educativos compartan esta “psicología femenina””.