Con lo necesario a cuestas

Para nosotras las mujeres no es una novedad que el bolso esté repleto de cosas innecesarias y muchas veces hasta ridículas, pero es que por eso del “nunca se sabe” vivimos con un cargamento al hombro o en su defecto el antebrazo, que llega a causarnos más de un dolor de cabeza o hacer parecer que tenemos un kínder de hijos y… eso ni sus luces.

Así que la mejor opción hoy en día es inclinarse por ese tipo de bolsos pequeños, los que usaríamos en otra época sólo para salir por la noche y llevar lo justo como un lipstick, pañuelos desechables, llaves, dinero y por supuesto, el inseparable celular para poder estar al tanto de todo lo que pasa a nuestro alrededor; aunque a veces con él en la mano es complicado. Pero sin lugar a dudas los bolsos con cadenas largas, asas de piel que permiten ser cruzadas, o interminables lazos para poder anudarlas a la mano son lo más indicado para la vida de locura que llevamos hoy en día.

Los colores son miles, por no hablar de esos materiales de los que están hechas y la cantidad de texturas que se pueden sentir en esos que quizás llevan el asa de cadena, la tapa de ante, una chapita de plata, flecos de piel… en fin, que son lo ideal para dejar de matarnos la cabeza y echar en el, todo lo que vemos por delante.

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