¡El Dr. me recetó: dejar los lácteos y el huevo! Parte 2

Una recomendación: ¡Piensa en todo lo que SI puedes comer en vez de enfocarte en lo que no!

Las primeras dos semanas estuve de pésimo humor extrañando todos los quesos, cremas, helados y yogurts que se me antojaban pues el 30% de mi dieta eran lácteos; hasta que empecé a sentirme bien del estómago y darme cuenta que ya no estaba inflamada,  fue cuando pensé : “¡vale la pena hacer este esfuerzo!”.

También descubrí que cuando tienes que hacer un cambio así de grande en tu alimentación te obligas a prestar atención cuando comes pues te das cuenta de lo metódica e impulsiva que puedes ser, sin disfrutar esta por estar pensando en otras cosas, lo peor de todo es que es tan común que ¡Nunca te das cuenta!

Una vez que acepté que esta era mi nueva situación y ya estaba de mejor humor fui al súper con mucho tiempo porque tendría que leer etiquetas. Todo lo que dijera: lactosa,  caseína, proteína de leche, suero de leche… no podría comprarlo así que me enfoqué en lo que sí.

Y esto fue lo que compré:

1.- Leche de almendra, arroz, coco y  avellana. ¡Ah! Y queso de almendra.

2.- Todas las verduras que se te antojen. (Por ejemplo yo compré brócoli, kale,  berza y  espinaca que son fuentes de calcio).

3.-Todas las frutas (10 higos equivalen en calcio a un vaso de leche)

4.- Semillas y nueces (la almendra y  la chía son fuentes de calcio)

5.-Pescado, pollo y carne

6.-Granos como los frijoles, lentejas, garbanzos, habas, alubia blanca y edamames.

7 Algas, estas las puedes comer en comida japonesa o comprar polvo de alga espirulina y ponérsela al smoothie.

Estos son sólo  algunos ejemplos; ahora bien puedes usar en vez de mantequilla usa aceite de oliva. A las sopas no les pongas crema ni leche pero si quieres que tengan una consistencia cremosa puedes probar con otras leches como coco o almendra.

Y recuerda, siempre lleva lunch en la bolsa sobre todo al principio por que si te hambre en la calle te vas a frustrar mucho. Carga nueces, pasas, fruta y verdura.