La tristeza es una emoción adaptativa, es decir, que se adecua a ciertas circunstancias. Todos nos hemos sentido así alguna vez en nuestra vida y hay muchos motivos que la desencadenan, uno de ellos es, sin duda, la culminación de algún ciclo de vida: acabar un periodo escolar, nuestro cumpleaños, la jubilación  o cada fin de año.

¿Por qué nos sentimos tristes en Navidad?

A casi todos nos emociona la llegada de la Navidad, pero en estas fechas también la angustia comienza a apoderarse de nosotros. Si en los últimos días te has sentido triste o preocupada sin motivo aparente, puede ser culpa de las celebraciones decembrinas.

¿Qué es lo que pasa en estas fechas? Hay varios factores que influyen en nuestro ánimo, como, por ejemplo, los recuerdos de seres queridos que ya no están con nosotros, la falta de recursos económicos, el balance entre cosas ‘buenas y malas’ que ocurrieron en el año, además de que la publicidad nos bombardea con imágenes de familias felices, que probablemente no se parezcan a la nuestra.

Además de ello, la psicóloga Elydia Barbosa, menciona que en Navidad podemos sentir una baja en nuestro estado de ánimo porque las personas experimentan una regresión a la infancia, por la decoración, el árbol, los regalos, las luces, etcétera.

De acuerdo con la especialista, es muy común sentir tristeza en estas fechas, lo preocupante es cuando el malestar permanece y se convierte en algo de mayor dimensión.   

“Todos sentimos nostalgia en Navidad, pero lo que no es normal es que esa tristeza tome otras dimensiones, prevalezca más tiempo, interfiera negativamente en las actividades cotidianas y en aspectos de salud humana como comer y dormir, pues entonces estaríamos hablando de una depresión”.

De igual forma, en temporada de invierno es más probable padecer el trastorno afectivo estacional, cuyos síntomas son cambios de humor radicales, tristeza, ansiedad, pesimismo e irritabilidad. Esto ocurre cuando en los días no hay tanta luz solar, y nuestro cuerpo produce más melatonina, hormona reguladora del sueño.