No te enojes, solo aplica distancia emocional

Todos tenemos que lidiar con situaciones difíciles en la vida, pero ¿sabes cuál es la diferencia entre quienes saben controlar esos momentos complicados y quienes dejan que el problema los enferme? Las personas inteligentes no se enojan, aplican distancia emocional.

¿Qué es la distancia emocional?

Es alejarnos del problema para verlo y sentirlo de otra manera. Es analizarlo sin enfado, como si fuera de alguien más. De esta forma dejamos de lado los sentimientos y una vez calmados podemos dimensionarlo con claridad para decidir cómo queremos actuar.

¿Cómo tomar distancia emocional?

Definitivamente hay situaciones que serán más complicadas que otras al tomar distancia emocional y dependerá de la cercanía de tu relación. En todos los casos debes darte un tiempo y no actuar a la primera.

Imagina tus emociones como semáforo. Si está en rojo por la ira, la tristeza, el miedo o la alegría, incluso, espérate, no es momento de tomar decisiones, mucho menos si son permanentes.

Ya sé que muchas veces nos dan ganas de decir las cosas en el momento, “en caliente”, pero date tiempo. Con el tiempo esos detalles que nos angustiaban pasan a ser pequeñeces y tendrás a la vista el verdadero problema.

Requiere práctica. Lo primero es darse cuenta de que te estás dejando llevar por tus emociones, una vez que eres consciente, tendrás la fuerza para evitarlo. No importa que huyas, que salgas a caminar o te distraigas un momento, tranquilízate e imagina cómo actuarías si no estuvieras enojado. Verás que tu vida cambiará y podrás solucionar cualquier complicación de forma más eficaz.

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