Mujer da a luz a dos niñas concebidas con 5 días de diferencia (y no son ni gemelas ni mellizas)

Aunque suene imposible una mujer tuvo a dos niñas que fueron concebidas con cinco días de diferencia que además no son gemelas ni mellizas.

Odalis y Antonio se casaron a principios del 2020 y tan solo un año y medio después consiguieron formar la familia que tanto deseaban.

Sin embargo, el embarazo de Odalis fue muy curioso, pues tuvo dos hijas que fueron concebidas en diferentes momentos.

La pareja que actualmente vive en California, Estados Unidos, primero tuvo un aborto espontáneo y tras meses de intentarlo ella volvió a quedar embarazada. 

Pero lo curioso de este embarazo es que cuando ella acudió al doctor le dijo que estaba esperando dos bebés, pero que habían sido concebidos en diferentes momentos de esa misma semana.

“Me quedé embarazada cuando ya lo estaba”, confesó la mamá.

Los doctores descartaron de inmediato que las pequeñas fueran gemelas o mellizas por las pruebas que le realizaron a Odalis durante el embarazo.

Estas pruebas consistieron en revisar el tamaño del feto durante todo el embarazo y hacer los ultrasonidos cada mes para comparar el patrón de crecimiento, pues de esta manera se puede determinar la edad y la fecha de concepción de un bebé.

Gracias a todo este monitoreo los especialistas se dieron cuenta que Imelda y Lilo no fueron concebidas el mismo día.

Las pequeñas nacieron el 10 de agosto del año pasado y aunque no son idénticas, todos piensan que se parecen mucho; incluso los padres han admitido que las han confundido en más de una ocasión.

¿Pero cómo se llama este fénomeno?

Seguramente te estás preguntando cómo es que la mamá pudo tener dos bebés concebidas en momentos distintos, pues esta situación tiene una explicación médica.

La condición se llama superfetación y es la fecundación exitosa de un óvulo liberado durante la evolución del embarazo, resultando en la concepción de mellizos de distinta edad gestacional, normalmente de 2 a 4 semanas de diferencia.

Algunos especialistas coinciden que esta estrategia reproductiva está presente en varios mamíferos, como el tejón, el visón y la liebre.

Pero afirman que se necesita más evidencia y mejor diagnóstico en el caso de humanos, según un estudio publicado PubMed, una base de datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Esta condición también se debe al aumento atípico de los niveles de estradiol en la fase lútea media, que se inicia después de que se produce la ovulación y puede durar de una a tres semanas.

La superfetación sigue siendo muy poco frecuente en seres humanos y el primer informe de esta condición fue publicado por Oskar Föderl en 1932.

Durante el siglo XX, sólo se han descubierto 10 casos más. La mayoría de estos se han asociado a tratamientos hormonales, estimulación ovulatoria, síndrome de hiperestimulación o fertilización asistida.