En boca cerrada no entran moscas, ¿de dónde viene el dicho?

Seguramente lo has escuchado muchas veces; incluso quizás hasta se lo hayas dicho a tus hijos, amigas o pareja, pero ¿sabes de dónde viene este refrán y desde cuando se conoce?Aunque no me lo creas, para encontrar su origen vamos a tener que viajar hasta el siglo XVI, al entonces reino de España. ¿Estás lista?

Carlos I, un rey muy peculiar

El rey Carlos I tuvo unos padres fuera de lo común. A su padre, el rey Felipe I de Castilla lo apodaron Felipe El Hermoso (sí, adivinaste: era un hombre muy guapo, tanto que se dice popularmente que su esposa perdió la cabeza por él), pero a su mamá, Juana I de Castilla no le fue tan bien en esto de los apodos, pues la llamaron Juana La Loca.

Era una mujer muy inteligente y cultivada, ya que sabía latín y música, pero tuvo un destino trágico: se dice que heredó la enfermedad mental de su abuela, Isabel de Portugal, aunque también se ha llegado a pensar que la tacharon de loca para quitarle el trono. El caso es que la pobre mujer se pasó encerrada en el castillo de Tordesillas desde 1509 hasta que murió, en 1555.

Su hijo, Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, nació en el año de 1500, o sea que era un niño cuando su mamá fue confinada. Su padre había muerto tres años antes, en 1506.

Juana I de Castilla, conocida como Juana La Loca. Imagen: Wikipedia

¿Qué tiene que ver Carlos I con el dicho de las moscas?

Para ya voy, no te desesperes. Resulta que además de este pasado dramático, el pequeño Carlitos nació con un defecto en la mandíbula conocido como prognatismo, que según los diccionarios médicos es una extensión del maxilar que ocurre cuando los dientes no están bien alineados y da a la persona que lo padece un aspecto como de mentón adelantado o salido.

Bueno, pues resulta que esta deformación obligaba al monarca a mantener la boca constantemente abierta, lo que provocó que en una visita a Calatayud, un habitante le dijera: “Cerrad la boca, majestad, que las moscas de este reino son traviesas”. 

Lo que quería evitar el entrometido lugareño era, de verdad, que una mosca se le metiera a la boca al rey, sin embargo, el significado de la frase ha cambiado a lo largo de los años para adquirir el que ahora le conocemos.

Mosca. Imagen iStock

¿Qué quiere decir el refrán?

Que calladito te ves más bonito, que no opines de lo que no sabes, que no hables sin pensar, pues las consecuencias pueden ser tan desagradables como que se te meta un insecto a la boca.

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