Dos jóvenes texanas se rebelan contra la prohibición de libros

Por: Irma Evangelina Gallo López de Lara

A Ella Scott y Alyssa Hoy, de 17 años de edad, les pareció una aberración que les dijeran qué libros podían o no leer, por eso decidieron fundar un Club de Libros Prohibidos en su escuela, la Vandegrift High School.

 

Las dos chicas empezaron su club con algunos pocos lectores de su clase y ahora se han unido chicos de toda la escuela.

 

Pero esta secundaria en el estado de Texas no es la excepción. A fines de marzo de este año, la Cámara de Representantes, cuya mayoría es republicana, aprobó la ley que se conoce como la Carta de Derechos de los Padres, la cual, según sus opositores, otorgaría a los padres derechos de veto sobre los libros en el sistema escolar.

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Estados Unidos: el país en donde se prohíben el libros

 

prohibiciones de libros en Estados Unidos alcanzaron el nivel más alto desde que la Asociación Estadounidense de Bibliotecas (ALA) comenzó a rastrear el problema hace décadas. El PEN America, una organización sin fines de lucro que trabaja por la libertad de expresión y da albergue a periodistas y escritores perseguidos en todo el mundo, encontró que 1586 libros fueron retirados de bibliotecas o aulas, y la mayoría desaparecieron en secreto, sin ningún procedimiento.

 

Joven leyendo un libro Foto iStock

 

La mayoría de los libros prohibidos: por temas de raza y género

 

None Of The Above (Ninguno de los anteriores, todavía sin traducción en español), de I. W. Gregorio, la historia de una adolescente que descubre que es intersex, lo que quiere decir que a pesar de “verse por fuera” como una chica, tiene cromosomas y otras características de varón.

 

“Definitivamente es desconcertante pensar que esto está sucediendo en un lugar como Estados Unidos, donde tenemos esta cultura de libertad”, dijeron Ella y Alyssa.


En Missouri, Nueva York y Pennsylvania, más estudiantes han encabezado protestas en contra de este tipo de censura, que aplica no sólo en títulos nuevos, sino también en clásicos como Ojos azules, de la premio Nobel Toni Morrison o Matar un ruiseñor, de Harper Lee, estos últimos porque abordan temas de raza.

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