Confunden síntomas de cáncer con el embarazo y ponen en riesgo la vida de una mujer
Por: Ileana Vianey Fonseca Barrera
Kelly Spill, una madre de 28 años de Nueva Jersey se enfrentó a una noticia devastadora después de que los médicos ignoraran sus síntomas de cáncer de colon, diagnosticándola en etapa tres después de que "llenó el inodoro de sangre".
¿Cuál es su historia?
Durante su embarazo de su hijo Jayce, Kelly experimentó síntomas preocupantes como sangrado en las heces y estreñimiento, pero varios médicos atribuyeron erróneamente estos signos a hemorroides comunes. Sin embargo, un día, al llenar el inodoro de sangre, las alarmas sonaron.
A pesar de las advertencias de su madre, las preocupaciones de Kelly fueron ignoradas repetidamente, hasta que finalmente, después de varios intentos, se le realizó una colonoscopia en el Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering, donde recibió el impactante diagnóstico.
La noticia fue un shock para Kelly y su pareja, no solo por el lado emocional, pues Kelly es joven, sino también porque planteó preocupaciones sobre la posibilidad de futuros embarazos, ya que el tratamiento podría comprometer su fertilidad y ellos habían planeado tener una familia más grande.
Cáncer de colon
El cáncer de colon es una enfermedad grave y común, siendo el tercer cáncer más común en Gran Bretaña y el segundo más mortal. Sin embargo, la detección temprana aumenta significativamente las posibilidades de supervivencia, y el tratamiento para la enfermedad en etapa temprana generalmente implica quimioterapia, radiación y cirugía, aunque puede llevar a efectos secundarios graves como la infertilidad.
Kelly había experimentado síntomas durante y después de su embarazo, pero le aseguraron que eran normales. Los síntomas clave del cáncer de colon incluyen cambios en los hábitos intestinales, fatiga y sangrado rectal, aspectos que Kelly experimentó pero que fueron pasados por alto inicialmente.
Después de buscar una segunda opinión médica, Kelly fue invitada a participar en un ensayo clínico que podría preservar su fertilidad mientras se trataba su cáncer. Aunque el proceso fue doloroso y difícil, Kelly y su esposo lograron crear embriones a través de la extracción de óvulos, manteniendo viva su esperanza de expandir su familia en el futuro.
A pesar de los desafíos, Kelly encontró un rayo de esperanza. Después de recuperarse del tratamiento, dio la bienvenida a su hija Maya, dos años después del diagnóstico de cáncer.
El caso de Kelly destaca la importancia de escuchar y actuar sobre los síntomas del cáncer, así como la necesidad de una mayor conciencia sobre la enfermedad en adultos jóvenes. Aunque el cáncer es más común en personas mayores de 50 años, el diez por ciento de los casos afectan a adultos jóvenes, y las tasas están en aumento.
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