Las infidelidades no se olvidan pero si se pueden perdonar. El perdón es un proceso que toma tiempo. No es de la noche a la mañana, no basta con decir, ya te perdoné, se requiere de verdad sentirlo, dejar ir lo que te hace daño pero sobre todo, no permitir que siga lastimándote.

Cómo perdonar a quien te ha hecho daño

Lo primero es recuperar la confianza en ti y trabajar en tu integridad. Eso no significa que no tomes medidas de precaución, debes estar consciente de lo que pasó pero mirarlo desde el aprendizaje. No estancándote en el pasado, pero sí asegurándote de que no repetirás errores, no serás tan ingenua, no permitirás que te vulneren.

Para sanar debes, en primera instancia, entender el daño:

• La infidelidad lacera tu autoestima.
• Se desquebraja la confianza en la otra persona.
• Aunque sea todo lo contrario, la persona afectada suele experimentar sentimiento de culpa.

Para perdonar al otro, primero trabaja en ti. Enfócate en sanar estos tres puntos.

Cuándo perdonar una infidelidad

Hay de casos a casos. Sé que a veces por más que lo intentes, sientes que no puedes perdonarlo. No te apresures, el perdonar significa soltar lo malo, date tu tiempo. Ojo, perdonar no significa volver con esa persona, simplemente es que tú (SOLO TÚ) trasciendas lo ocurrido.

Habrá ocasiones en las que sientas que es posible rescatar la relación, pero otras en las que definitivamente tienes que dar vuelta a la página y no considerarlo si quiera. Aunque lo perdones NUNCA vuelvas a esa relación si…

• Más allá de la infidelidad hay abuso, mentiras, manipulaciones, violencia y cinismo.
• Cuando la infidelidad es un hábito recurrente, descarado, prepotente, lastimoso. Hecho con el fin de mostrar superioridad y dañarte.
• Cuando existe una inmadurez sostenida del infiel, no se arrepiente.
• Cuando la relación está desgastada, vacía y la infidelidad es la puerta de salida para algo que ya estaba muerto desde antes.

¿Es posible volver con el infiel?

Esa respuesta solo la tienes tú, puedes tomar algunas consideraciones. Por ejemplo:

• Si el infiel tiene consciencia de lo que pasó y está dispuesto a cambiar de verdad.
• Si fue un evento aislado y no un hábito.
• Cuando la relación está en crisis, pero ambos están dispuestos a rescatarla.

Particularmente no soy partidaria de retomar una relación después de una infidelidad, pero debemos entender que los seres humanos no somos buenos ni malos, tenemos matices y circunstancias, cada caso tendrá una causa específica y lo que debemos hacer es aprender de ella.

Regreses o no a la relación, lo más sano es perdonar.  Y si decides dar otra oportunidad pregúntate: ¿vale la pena? Conecta con tu interior, analiza cómo te sientes sin presiones. En este momento libérate de ataduras económicas, de los hijos, de lo que piensen los demás. Haz lo que tú creas que te conviene. Imagina qué harías si fueras otra persona, qué le recomendarías a tu mejor amiga, en tu sano juicio, ¿realmente lo harías?

La terapia de pareja ayuda, y sí, es un proceso largo, doloroso e incluso injusto. Pero, ¿te digo algo? Para bien o para mal el tiempo lo cura todo.