¿Y qué se hace ante una lagartona baja novios?

Por: melodijolola.com

Por: Nat Rivera
En La insoportable levedad del ser, Milan Kundera asegura que “Amarrar el amor al sexo ha sido una de las ocurrencias más extravagantes del Creador”. Afortunadamente no todos los animales sufren del mismo mal: las luciérnagas sí saben de cachondeo. Las hembras prenden y apagan al ritmo que quieren. Y si un macho se siente atraído por la velocidad a la que prende y apaga la hembra, la imita; el equivalente a hacer match en Tinder, pero en lenguaje de bicho luminoso. Si la cosa sale bien, en lugar de pasarse el whats, uno puede ver a las luciérnagas prender y apagar al mismo tiempo mientras se acercan para copular.
Al verlas, resulta inevitable desear tener un foquito y prender y apagar sólo por ver si alguien entiende el código. Obvio que las probabilidades se inclinan más a ser infraccionados por violar el reglamento de tránsito y andar circulando con un foco en lugar de dos. Ésta sería una mala forma de encontrar el amor, porque para eso la persona a la que deseamos atraer tendría que ser: a)biólogo o b) haber ido al teatro Julio Prieto a ver la obra El amor de las luciérnagas.

Para saber dónde se presentará la obra, sigue leyendo la reseña de mis amigos de Revista Central aquí.


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