San Miguel el Alto, pueblo mágico

Estas vacaciones tuve que manejar desde el D. F. hasta Guadalajara.     Me fui por toda la carretera y pasé por muchísimos paisajes increíbles. Debo admitir que dudaba de hacer ese viaje en carretera, obviamente era mucho más fácil tomar un avión pero ahora no me arrepiento ni un poco. 
Para no hacerte el cuento largo, justo antes de llegar a Guadalajara me agarró la noche, me perdí y fui a dar a un pueblo que se llama San Miguel el Alto..no, no estoy confundida y no era San Miguel Allende. Yo tampoco había escuchado hablar de ese pueblo, pero bueno, me quedé en un hotel que se llama Mesón de los Cristeros, que no sabes lo padre. 

Ahí mismo, en el hotel, tienen diferentes servicios como un restaurante que se llama “El 14” o el bar “El cuartel”. Cuando desperté pedí servicio al cuarto y me trajeron una riquísimo omelette con una copa de leche con chocolate enorme, que estaba deliciosa pero no me la pude terminar. 

Era domingo y decidí irme de ese pueblo hasta el lunes, entonces aproveché mi tiempo de “turista” y me fui a visitar la iglesia principal y todas sus callecitas. 

Eso sí, es un pueblo solitario, pero a la vez muy cálido. Y creo que algo que hizo que mi visita sea mucho mejor, fue la comida. Era deliciosa, probé unas tortas ahogadas súper picosas y muy buenas, también unos burritos que no te miento, no me puder comer más que la mitad. Todo era diferente, era como si estuviera en medio de la nada pero había todo, lo único que no había era ruido.

Ese domingo por la tarde me quedé en el kiosco y te recomiendo que cuando tú también lo hagas pidas un helado de café. Y bueno, mientras me lo comía, vi que de repente empezaron a salir muchas chavas súper arregladas. Se me hizo rarísimo, al principio pensé que se trataba de una boda pero nada de eso. Resulta que es una tradición en diferentes pueblos mexicanos que los domingos por la tarde las mujeres salgan super arregladas para conseguir galán en esa noche. Entonces los hombres se quedan parados alrededor del kiosco y las mujeres dan vueltas entre ellos; si algún hombre le gusta una mujer le avienta unas flores que venden ahí mismo si la mujer la acepta se quedan platicando un rato y tratándose de conocer. ¿Puedes creerlo?
Te juro que cuando me lo contaron yo pensaba que era broma pero me quedé con la boca abierta cuando vi que en realidad sí estaba pasando eso. Es impresionante cómo no conocemos muchas de las tradiciones de nuestro país. 
Ahí fue cuando pensé qué pasaría si algo así se hiciera en el DF, o no sé, en ciudades más cosmopolitas como Monterrey. Se me hizo increíble haber llegado por casualidad a ese lugar y ver cómo la gente busca de diferentes maneras a su “media naranja”. 
Al día siguiente seguí mi viaje a Guadalajara, eso sí…feliz y con una perspectiva totalmente diferente; pensando en que siempre hay algo nuevo por conocer. 

Mesón de los Cristeros

De la Ciudad de México, por la autopista León-Guadalajara
De la Ciudad de Guadalajara, por la autopista Guadalajara - Lagos de Moreno
De la Ciudad de Aguascalientes por la autopista Aguascalientes - Guadalajara

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