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Niños con celular ¿buena combinación?

El debate entre padres es ¿qué tan bueno es que tengan celular sus hijos? Aquí te damos esta guía para salir de dudas (o culpas). Foto: Getty Images

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Existen varios mitos sobre la forma en la que los niños se relacionan con la tecnología, concretamente con los celulares; algunos exageran… pero otros no.

 

Es inevitable: los niños con celular (por más que profesores, expertos y papás preocupados digan que no es buena combinación) son cada vez más. Y no, que un niño tenga celular no significa en automático que venga de una familia de padres irresponsables. Para los papás que trabajan, por ejemplo, es una excelente herramienta de monitoreo y contacto. Y admitámoslo: el celular puede mantener al niño en calma cuando necesitamos que esté en calma, por ejemplo, a la hora de cocinar o cuando hay una junta estando en home office.

 

En vista de que la tecnología no se va a ir por nuestras preocupaciones, lo mejor es aprender a adaptarnos a ella y hacerla nuestra aliada. El secreto es encontrar el punto de equilibrio que te convenga a ti, pues cada familia es diferente. Recuerda, el celular es útil, pero es necesario buscar continuamente para tus hijos otras formas de entretenerse, interactuar con la gente y hasta aprender. Eso, aunque no lo creas, te hace una madre o un padre responsable.

 

Celular para niños, ¿desde qué edad?

 

Existen apps que están diseñadas para que niños desde los dos años puedan interactuar con ellas. Sin embargo, no es hasta alrededor de los cinco años que los niños tienen la capacidad de memorizar teléfonos y hacer llamadas, lo cual, si lo piensas, es una gran ventaja. Punto para el celular.

 

De acuerdo con una encuesta que hizo el Pew Research Center de EU, el 95% de los adolescentes en ese país tiene un celular. A partir de este punto, como el porcentaje difícilmente crece, lo que varía es la edad, que cada vez disminuye más. La organización Common Sense Media descubrió que a los 11 años la mitad de los niños en EU ya tiene un celular propio.

 

En Latinoamérica, evidentemente, la penetración es menor y varía según el país. En México, por ejemplo, hay alrededor de 85 millones de líneas celulares, es decir, la cobertura es de casi el 70% de la población. Aunque no hay cifras confiables, es fácil deducir que la gran mayoría de ese 30% que no tiene celular son niños. Y un dato para sustentar esto: el 26.6% del total de la población tiene de 0 a 14 años. Sin embargo, que los pequeños no tengan celular, no significa que no lo usen. Los teléfonos de los padres siempre son una tentación. ¿Por qué? Simple: porque ven a los adultos usándolos y, como en muchas actividades, quieren imitarlos.

 

Datos indispensables sobre niños y celular

 

Los especialistas no se ponen de acuerdo con el número de horas, pero se cree que los niños entre 8 y 11 años en el mundo pasan alrededor de nueve horas diarias frente a dispositivos electrónicos. Parece exagerado, pero si en la escuela usan computadoras, luego al llegar a casa ven televisión o juegan videojuegos y al hacer la tarea usan laptops, celular o tabletas, entonces la cifra tiene sentido.

 

Si buena parte de las horas se dedica al aprendizaje, podríamos estar tranquilos. Ok, pero sabemos que no es así, y que en el celular también se entretienen; tienen derecho, ¿no? Lo complicado llega no con una mayor cantidad de horas, sino con las actividades que comienzan a aparecer entre más avanza la edad. Las redes sociales aparecen en el horizonte. Los grupos y comunidades virtuales de entretenimiento están compuestos principalmente por gente menor de 20 años. Es una tentación difícil de ignorar para personas con malas intenciones. Punto para los anticelular.

 

La organización Children and Screens sostiene que al menos 15% de los adolescentes menores de 16 años en el mundo han recibido, o enviado, imágenes sexuales. Ahí es donde se prenden las alarmas, porque la vulnerabilidad es alta. Y si a esto se suman los videos o imágenes de violencia extrema, el horizonte parece catastrófico. El dilema llega cuando, como padre, eres consciente de que a tu hijo no le vas a quitar el celular. No al menos sin iniciar prácticamente una guerra psicológica.

 

Mitos y realidades del celular y los niños

 

Para evitar caer en experiencias negativas, lo mejor que puedes hacer es convertirte tú misma(o) en un experto en lo que hacen tus hijos en el celular. Primero debes saber qué programas usan e interactuar con ellos. No hay cosa que le dé más sensación de poder a un niño o adolescente que saber hacer algo que tú no entiendes.

 

Tendrás que usar Tik Tok o Kwai, especializarte en Instagram y abandonar la idea de que a los menores les gusta Facebook. En algunos casos tendrás que aprender a jugar los juegos que ellos juegan, sobre todo para estar atenta(o) a la publicidad o mensajes que aparecen. Tendrás que ver los programas de sus influencers favoritos de Youtube, principalmente para detectar qué contenidos les sugiere el algoritmo. Ahí suelen estar las cosas más peligrosas para los pequeños.

 

Si detectas algo que no te dé buena espina, debes reportarlo y bloquear el canal. Como experiencia personal, a mi hijo le gustan los videos de pistolas de dardos (Nerf, pues); ahí descubrí un video de unos asiáticos que con esas pistolas simulaban cazar a una chica, a la que sometían, amarrándola y después sugerían que abusaban sexualmente de ella detrás de unos arbustos.

 

En fin, tú encontrarás varias cosas, de acuerdo con la edad y género de tus hijos. Debes estar lista(o) para que establezcas límites de uso de acuerdo con una regla que funcione para ambos. De hecho, si tu hijo tiene celular, es muy recomendable que le instales una app para regular su uso. Google, por ejemplo, tiene Family Link. Lo más importante es que limpies tu cabeza de prejuicios y aceptes las cosas buenas, pero también las malas, que pueden traer consigo los celulares. Para ayudarte, te dejamos algunos mitos con sus respectivas realidades:

 

Mito: Los niños en la actualidad tienen una capacidad innata para relacionarse con los celulares. Parece como si nacieran con un chip integrado.

Realidad: Las interfaces de sistemas multimedia son incomprensibles para un pequeño menor a cinco años. Ellos entienden porque ven cómo lo hacen los mayores y aprenden rápido.

 

Mito: Los juegos interactivos son muy eficaces porque el niño aprende y se entretiene simultáneamente.

Realidad: Son buen auxiliar, pero lo que aprende a dominar el niño es el uso mecánico del juego, no necesariamente la abstracción de un aprendizaje completo.

 

Mito: El tiempo que pase con el celular no es tan importante si está en algo provechoso o inofensivo.

Realidad: Los estímulos del celular, por ejemplo en juegos, se pueden volver adictivos y con ello se pierde la noción del tiempo. Los niños también tienen derecho a estar aburridos, eso generalmente fomenta la creatividad.

 

Mito: Mi hijo no se aísla ni es adicto, son solo señales de una época distinta. Ya no es como antes y cualquier niño tiene un celular.

Realidad: Cualquier actividad que quite tanto tiempo como para obstruir la socialización no es recomendable, porque eventualmente puede alterar un buen desarrollo emocional. Y sí, se puede socializar en el celular, pero ¿no te parece mejor que socialice en persona?

 

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