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“Mami: tú no te maquillas con una licuadora”

Mamá e hija

Mami, tú no te maquillas con una licuadora. Foto: iStock

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Sí, eso me dijo mi hija de SEIS años (casi siete) y me quedé con el ojo cuadrado. Resulta que, mientras me estaba cambiando para ir al trabajo, Goretti me dice: “Oye, má, ¿qué talla eres?” y yo respondí muy orgullosa: “soy talla 7, hija, ¿pooooor?” Entonces me dice: “¡Aaahhh yaaaaa! Entonces te voy a invitar a donde venden la ropa de las mamás de talla 7 para que tú escojas lo que más te guste, yo no sé por qué en la tele dicen que te regalen una lavadora o un refri si las mamás ya tienen y tú no te maquillas con una licuadora, má”.

Si ese razonamiento lo tiene mi hija, entonces ¿por qué las grandes cadenas de electrodomésticos insisten en que son los mejores regalos para las mamás? La respuesta es oooobvia, lo sé: por vender. Pero inevitablemente todo eso tiene un mensaje oculto: “te haremos más fácil el trabajo de la CASA”. Pffff. Yo me considero una atípica ama de casa, ¿por qué?, les cuento.

Ama de casa atípica

Desde pequeña vi el ejemplo de mi señora madre de tener limpia la casa y todo en orden, todo muy metódico además: los lunes para lavar, los martes para planchar, miércoles para limpiar los vidrios, jueves para lavar (¡otra veeez!), viernes para limpiar muebles y sábado para hacer limpieza a fondo de TOOOODO: cambiar camas, limpiar muebles, escombrar la cocina y lavar el piso casi, casi a rodilla pelada.

Lo lógico es que yo siguiera el camino, pero con una modificación: yo no hago quehacer los sábados, prefiero desvelarme hasta las 2-3 de la mañana barriendo y trapeando, o incluso pagar para que me ayuden una vez a la semana, si no lavo los miércoles, no hay bronca, lo hago los domingos y le lleno el patio a mi mamá con toda la ropa de mis críos, hago todo eso con tal de descansar un poco más. Y si hablamos de la comida, ese es ooootro boleto: comida especial para cada uno porque a Dany no le gusta la carne, a Gore el huevo y yo no como grasa, en pocas palabras parece que tengo fonda.

Admiro profundamente a las que son amas de casa de tiempo completo y aunque me enorgullezco de mi colección de mandiles y de mantener la casa limpia, también es cierto que muchas veces no quiero ni lavar una cuchara. Por eso me parece terrible y poco sensible que si toooodo el año hacemos quehacer encima el Día de las Madres ¡nos regalen aspiradoras y hornos de microondas!

No me peino con una olla exprés

El mensaje es claro: un juego de sartenes para que sigas haciendo de comer, la lavadora (que centrifuga, una ma-ra-vi-lla) pero que es para tener la ropa de TODOS limpia o los refractarios para hacer los postrecillos que toda mamá debe saber hacer. Me niego. Por eso cuando Gore me dijo que me llevaría la ropa de mamás, se lo agradecí. Me encantó saber que mi hija tiene claro que soy una mujer vanidosa que le gusta arreglarse bien y que no me peino con una olla exprés.

Le voy a tomar la palabra y dejaré que me lleve a donde ella quiera, al fin que soy tan atípica en todo que este año no fui a ninguno de los dos festivales del Día de las Madres ni me chuté la canción insufrible de Denisse de Kalafe porque aunque cargué en mi vientre dolor y cansancio, les di mi vida, mi amor y mi espacio, prefiero que mis hijos me vean como una mujer vanidosa que le gusta maquillarse a que me compren un tostador… que, pensándolo bien, una batería de cocina y unos tupper nuevos, nunca están de más… ¡Feliz Día de las Madres!

 

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de Melodijolola.com

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