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Lo que callamos los padres: errores de crianza que afectan a nuestros hijos

Errores de criaza

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Te comparto unas estadísticas de la OMS (Organización Mundial de la Salud): el TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad) aumentó en un 43%, la depresión adolescente se incrementó en un 37% y 1 de cada 5 niños tiene algún problema de salud mental. Por si fuera poco, en los últimos años, la tasa de suicidio aumentó en un 100%. Preocupante.

Ceo que definitivamente algo está pasando con nuestros niños y tiene mucho que ver con los errores que tenemos como padres en su crianza. Acepto que yo he cometido muchos de estos errores, pero llegó el momento de corregir el camino.

Ojo: No estoy hablando de niños con capacidades diferentes, sino a aquellos que han sido afectados por su entorno:

-Con padres poco involucrados emocionalmente

-Que no establecen límites claros.

-Despreocupados por brindarles orientación y responsabilidades.

-Ajenos a darles nutrición equilibrada, sueño adecuado, esparcimiento, tiempo de calidad.

-Sin la mínima idea de lo que es juego creativo, interacción social y afectiva.

 

Familia

 

Errores que cometemos los padres

Y es que tal parece que no aprendemos de los errores de nuestros progenitores. Muchos de nosotros fuimos “criados” por la televisión, pues bien, ahora los niños parecen ser hijos de las herramientas digitales. Triste, ¿no?

Estos son las fallas comunes más recurrentes:

  • A la más mínima provocación les dejamos el celular o la tableta para que “no estorben”.
  • Nosotros mismos estamos distraídos con las mismas herramientas digitales. Les prestamos poca atención.
  • Somos indulgentes. Con frecuencia los niños asumen rol de autoridad.
  • Le damos prioridad a nuestros derechos individuales sobre las responsabilidades que tenemos con nuestros hijos.
  • Llevamos un estilo de vida sedentario.
  • Les proporcionamos gratificación instantánea (para que esté quieto)

 

¿Qué hacer?

Estamos tan inmersos en nosotros mismos que olvidamos los elementos fundamentales de la crianza. Cierto es que ya no estamos en tiempos de “la chacla voladora”, pero es posible ser los guías que nuestros pequeños necesitan. Por eso te propongo lo siguiente:

Lo primero es aprender a decir que no cuando los niños lo requieran. No temas imponerte, el adulto eres tú, y en ti debe caber la cordura.

Proporciona un ambiente sano, con alimentos que sean nutritivos. Evita los refrescos y exceso de dulces.

Dale tiempo de calidad. Pasa al menos una hora al día fuera de casa: arreglando las plantas, dando un paseo, andando en bicicleta, observando las aves.

Apaga la tecnología. Disfruta de una cena en familia sin las tabletas, celulares o televisión.

Oriéntalos. Haz que cumplan con obligaciones  de acuerdo a su edad. Si les haces todo, en vez de ayudarlos los perjudicas.

Establece una rutina para ir a la cama. La falta de horas de sueño es otro problema que afecta de forma inmediata y a la larga.

Enseña a tus niños a que posterguen la gratificación, que luchen por ella.

Trata de estar disponible emocionalmente con ellos, comunícate con tus niños, enséñales a interactuar con la gente y a controlarse a sí mismos.

Tú también apaga el teléfono  cuando sea hora de dormir.

Nunca es tarde. Bien dice el dicho que no nacemos sabiendo ser padres y creo que hoy más que nunca nos estamos equivocando, pero tranquila, todo tiene remedio.

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