La importancia de la tía en la vida de un niño

Existen tías que se convierten en una segunda madre para los niños. Porque la relación que se crea con ellas es muy diferente a la que existe con los padres, que tienen que educar. Una tía es amiga, confidente y guía. Son sumamente importantes en nuestra vida y te voy a explicar por qué:

Por qué es importante la tía en la vida de un niño

Inspira confianza y es tu confidente

No sé si te pasó igual, pero cuando era niña, mi tía era, después de mi mamá, la persona que más confianza me inspiraba. Con ella sentía protección, seguridad, amistad y consuelo. Obvio sabía que podía contar con mi mamá, pero era diferente, era maravilloso tenerlas a ambas.

En la adolescencia había cosas que solo le contaba a mi tía para no preocupar a mi mamá.  Porque hay que ser honestas, como mamás tendemos a reprender, mientras que ellas asumen un rol más comprensivo y empático.

 Es decir, la tía también te dice cuando te estás equivocando, pero es menos impulsiva, más ecuánime, no se deja llevar tanto por el amor que siente hacia nosotros y eso le permite ver ciertas cosas con más claridad.

Forman parte de la red de apoyo de los padres

Pero mi tía no solo era importante para mí, también fue de suma importancia para mis papás.  Gracias a mi tía mis papás no pagaban transporte escolar  y siempre estuvo ahí cuando la necesitaron. De igual forma, mis papás también estuvieron para apoyarla en el cuidado de mis primos.

Mi mamá, por ejemplo, fue un importante mediador cuando uno de mis primos y mi tía se distanciaron. Por eso sé que el mismo sentimiento que tenía yo con mi tía, lo tenían mis primos con mi mamá.  Es lo hermoso de tener familia.

Son grandes compañeras de aventuras

Y qué tal cuando a la tía se le ocurría salir de día de campo y “cargar” con toda la chamacada. No solo llevaba a sus hijos, nos trepábamos en la “Blazer” sus dos hijos, mis dos hermanos y yo. ¡Cinco mocosos traviesos! ¡Vaya aventuras!

Tienen mucha energía

Soy la prima más grande y, debo aceptar, que por varios años fui la reina consentida. Cuando mi tía aún no tenía a sus hijos desbordaba su amor conmigo. También tenía compromisos laborales, pero un poco menos que mis papás, así que jugó mucho conmigo.

Recuerdo esas tardes después de hacer la tarea, a veces me enseñaba a andar en bici y otras simplemente jugábamos con mis Polly Pocket.  Uy, y para las fiestas era la más prendida (incluso cuando ya tuvo a sus hijos).  A veces se disfrazaba de payaso, otras de rumbera, pero siempre nos llenaba de alegría.

Son inspiración

Cuando era niña veía a mi tía como una fuente de sabiduría y conocimiento. Por algún tiempo tuve la intención de estudiar química, como ella, si me preguntas por mujeres que inspiran no dudaré en mencionar a mi madre y a mi tía.

Yo tuve una de esas tías que brindan cariño y mensajes positivos, por eso puedo decirte que las tías sí son unas segundas madres. De importancia vital para la vida de los niños. ¡Gracias tía!

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