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La disciplina no radica en gritos ni maltrato físico

La disciplina no radica en gritos ni maltrato físico

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Creo que de lo más difícil de ser mamá o papá es la parte de disciplinar a los niños. Solemos caer en gritos e incluso maltrato físico y psicológico. Insultos, nalgadas o reacciones peores... Es difícil, pero ¿te digo algo?, la disciplina no se adquiere así. De hecho reacciones violentas de los padres generan en el hijo actitudes más rebeldes y, lo peor, les puede generar problemas en la vida adulta. 

La importancia de crear disciplina

Primero hay que entender que inculcar disciplina es fundamental. El mismo daño hace una educación estricta basada en golpes y gritos, que una crianza descuidada en donde los niños hacen literalmente lo que quieren.

De acuerdo con investigadores de Harvard Medical School, la disciplina es clave para crear seres humanos seguros, responsables, respetuosos y productivos. Como papás debemos enseñar buen comportamiento y señalar enfáticamente cuando están actuando mal, pero la forma de disciplinar no está en ser autoritario.

Pero, ¿qué hacer entonces?

Los expertos de Harvard recomiendan abordar la disciplina de una manera amorosa y proactiva, es decir, predicando con el ejemplo y los valores. Las reglas se deben fijar desde antes, y no cuando los hijos opten por la rebeldía y la mala conducta.

Algunos consejos que sugieren los investigadores son:

- Establecer límites y recordarlos todo el tiempo.

- No hacer  excepciones a las reglas. Ni “solo por esta vez”.

- Explicarle al niño que las reglas en la familia nos ayudan a vivir felices y que ellos forman parte de un equipo sin el cual el todo (la familia) no puede funcionar.

- Si cedes ante situaciones no permitidas, los niños se darán cuenta que eres flexible y tratarán de romper las reglas frecuentemente.

- Si se rompen las reglas debe haber consecuencias claras, predecibles, pero sobre todo reales, los niños deben entender que sí pasará algo si actúan mal. Muchas vaces no hay consecuencia y la señal que mandamos es que pueden volver a cometer la mala conducta.

- Así como se debe señalar el mal comportamiento, es fundamental elogiar cuando tienen un buen comportamiento. Reconocer el empeño y las cosas que hacen bien.

- Ten en cuenta tus propias necesidades y reacciones, no te exaltes, no agredas. Aunque te desesperes y pierdas la paciencia, trata de controlarte.

- Identifica cuando estás irritable o tuviste un mal día para evitar a toda costa desquitarte con tus niños, ellos necesitan un ambiente sano.

Este es un trabajo de todos los dias, así que hay que ser constantes.

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