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Gritar y castigar a tus hijos podría reducir el tamaño de su cerebro

Niña triste siendo regañada por una persona adulta

Gritar y castigar a tus hijos podría reducir el tamaño de su cerebro/ Foto: iStock

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¿Cuántas veces hemos escuchado frases como "A mí mi mamá me pegaba con la chancla y soy un hombre de bien", "A mí me daban nalgadas y gracias a eso no soy un delicuente", "Los niños necesitan límites y las nalgadas a tiempo funcionan"... Lo cierto es que las consecuencias de la violencia en la crianza son graves y pueden causar un daño terrible e irreversible en los menores. Para muestra un reciente estudio que ha dado a conocer que gritar y castigar (por supuesto aquí también entran los golpes y cualquier tipo de violencia) a tus hijos podría reducir el tamaño de su cerebro. 

Gritar y castigar a tus hijos podría reducir el

Fotos: iStock

Consecuencias de la violencia en la crianza en niños y adolescentes, según la UNICEF

De acuerdo con la UNICEF, cuando los niños y adolescentes reciben castigos físicos, experimentan miedo y terror frente a los golpes. Tras el golpe, los niños y los adolescentes no solo sienten dolor físico, sino también dolor emocional. Posterior a ello, los menores experiementan un fuerte sentido de impotencia y para sobreponerse, los niños y adolescentes desarrollan mecanismos de "adaptación a la violencia" como la obediencia extrema o comportamientos violentos. 

Lo anterior sin omitir que cuando los padres les gritan a sus hijos y los insultan con palabras y frases humillantes, los niños y adolescentes piensan que dichas palabras o calificativos los definen como personas y, en consecuencia, su autoestima se ve seriamente afectada, justamente por las personas que más aman y en quienes los menores confían ciegamente. 

Gritar y castigar a tus hijos podría reducir el

Foto: iStock

Y aunque hay padres que dicen que los "gritos no son lo mismo que golpear", la realidad es que también generan sentimientos de dolor emocional, frustración e impotencia en los niños y adolescentes. 

Gritar y castigar a tus hijos podría reducir el tamaño de su cerebro

Pero como si lo anterior no fuera ya lo suficientemente grave, un reciente estudio reveló que gritar y castigar a los niños podría reducir el tamaño de su cerebro. 

Dicho estudio, llevado a cabo por investigadores de la Université de Montréal, el Centro de Investigación CHU Sainte Justine y de la Universidad de Stanford y publicado en la Revista Development and Psychopathology, la crianza agresiva, es decir la que se basa en golpes, castigos y gritos, puede afectar la estructura cerebral de los niños. 

La investigación descubrió que los niños que son criados bajo la violencia, reciben castigos y gritos de parte de sus padres o cuidadores, tienen una corteza prefrontal y amígdalas más pequeñas que aquellos niños que son criados bajo una crianza positiva o respetuosa. Dichas estructuras cerebrales afectadas por los gritos, golpes y castigos en los niños son las que intervienen en la regulación emocional.

Gritar y castigar a tus hijos podría reducir el

La crianza violenta o agresiva a base de golpes, gritos y castigos no sólo altera la estructura del cerebro del niño (reduciendo su tamaño), sino que daña seriamente el desarrollo social y emocional a largo plazo. Lo anterior sin omitir que los niños que son criados mediante gritos, golpes y castigos tienen mayor riesgo de padecer  ansiedad y depresión en la adolescencia y edad adulta. 

Apelemos a una crianza respetuosa o positiva 

Lo mejor para los niños es ser educados bajo una crianza respetuosa o positiva. 

Pero ¿qué es la crianza respetuosa o positiva? 

Al hablar de crianza respetuosa, y basándonos en el Manual por una crianza respetuosa de niñas y niños del Instituto Mexicano de derechos Humanos y Democracia A.C. y del Centro Interdisciplinario de Derechos, Infancia y la Parentalidad A.C. (CIDIP), nos referimos a aquella que vela por el respeto de los derechos de la infancia, la igualdad de género y los derechos humanos.

El principio básico de la crianza respetuosa es la igualdad de derechos entre niños y adultos. Este tipo de crianza promueve la educación de los niños de manera consciente, estableciendo límites, pero sin que haya castigo o represión de por medio. Es un modelo educativo basado en el amor, el respeto, la empatía y los límites no punitivos.

La crianza respetuosa busca generar un fuerte lazo emocional entre padres e hijos, teniendo como principal misión lograr un bienestar integral del niño.

De acuerdo con el folleto de parentalidad Construyendo relaciones respetuosas en las familias, publicado por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la familia (DIF) de la Ciudad de México, algunas pautas de la crianza respetuosa son: 

Principios de la crianza respetuosa: 

  • Infórmate, conoce, respeta y haz valer los derechos de las niñas, niños y adolescentes, esto te permitirá establecer límites respetuosos. 
  • Demuestra siempre afecto y apoyo. Cuida, fomenta y fortalece el vínculo afectivo desde su nacimiento y en todas las etapas de crecimiento, comunica tu cariño de manera abierta y respetuosa.
  • Basa la crianza en la participación igualitaria de madres y padres, compartir responsabilidades familiares ayudará a un sano desarrollo de las niñas y los niños.
  • Comunícate con tus hijas e hijos de manera positiva. A veces hablamos de manera negativa porque estamos cansadas, estresadas, tenemos problemas o no sabemos qué hacer. Hay que hablar siempre a nuestras hijas e hijos como nos gustaría que nos hablaran, con respeto y empatía. Trata de no gritar, establece un diálogo respetuoso y afectuoso.
  • Establece reglas claras y consecuencias de acuerdo a su edad. Las niñas y los niños necesitan saber lo que es y no es aceptable. Asegúrate de que sepan por qué son necesarias las reglas, las razones por la que las has establecido y los límites. Es importante hacer notar que, si se rompen, habrá consecuencias. Las reglas y consecuencias no deben ser percibidas como imposiciones o castigos, sino como acuerdos necesarios para la convivencia.

 

Ahora ya sabes que gritar y castigar a tus hijos podría reducir el tamaño de su cerebro. Como padres rompamos con los viejos patrones de crianza que apelaban a la violencia, los gritos y los castigos y velemos por una crianza respetuosa y positiva por el bien intergral de nuestros hijos. A mí Me Lo Dijo Lola y ¿a ti?

 

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